Teresa Pedrosa lleva cuatro años al frente de Zona Franca, donde es la delegada del Estado, el cargo ejecutivo del consorcio, que designa el Gobierno. Anota en su agenda la necesidad de suelo, su satisfacción por el cargo y la ciudad y la urgencia de diálogo entre las instituciones.
Cuatro años en Zona Franca. ¿Qué queda por hacer?
Por hacer muchas cosas, pero recuerdo que cuando tomé posesión dije que me gustaría que ninguna empresa se fuera de Vigo por no tener suelo disponible en la ciudad o el entorno y creo que eso no ha ocurrido. Y por otro lado que iba a fomentar el emprendimiento, la internacionalización y la innovación. La reindustrialización es el objetivo número 1, ayudar a las empresas a ponérselo más fácil. En este sentido la operación más importante ha sido la transformación de polígono de Balaídos. En 2012 estaba carente de cualquier innovación logística, energética o de cableado, con naves obsoletas de los años 50. Hemos acometido una transformación que ha dado sus frutos: se ha adjudicado la furgoneta k9 y el nuevo coche, hemos hecho los deberes para que las empresas instaladas en el polígono puedan competir.
Un clásico, ¿qué pasa con la ETEA?
En este caso hubo una propuesta de la Universidad de Vigo, que nos pidió que colaborábamos para el Campus Mar, ya que no tenía posibilidades de su desarrollo después de ocho años. Colaboramos con la Xunta y en febrero teníamos un acuerdo que aprobamos en el comité ejecutivo y falta ratificarlo en el pleno del consorcio que tiene que convocar el alcalde de Vigo. El último pleno fue en junio de 2015.
Otro, el centro Broa de excelencia gastronómica.
Broa es algo que queda por hacer porque es clave para el sector alimentarios, tenemos una espina en la ubicación, el proyecto en el contenido está diseñado pero la Administración no puede contratar y sin personal no es posible, así que buscamos una fundación pública-privada. Para la ubicación nos fijamos en el Rectorado, pero hubo discrepancia porque las tasaciones de consorcio y Concello eran la mitad y así era muy difícil de comprar y con el Plan General anulado, ahí se quedó. Ahora mismo la parte de innovación la vamos a desarrollar con la universidad, como el centro aeroespacial, y lo integraremos con el Campus del Mar. La transferencia a la ciudad tiene que ser un sitio más cerca.
¿Urge más suelo industrial?
Hay dos urgencias claves, la ampliación del PTL (Parque Tecnológico) que teníamos en licitación cuando cayó el PGOM y donde buscamos vías, porque hay demanda de empresas y es necesario, y tenemos las casas compradas. Y la ampliación del polígono de Balaídos para PSA y empresas de sector a pie de fábrica y que nos gustaría desarrollar lo antes posible. El polígono de Matamá está más parado porque hay sentencias y es difícil avanzar. En la Plisan acabamos de licitar el proyecto de urbanización de una amplia parte, de unos 200.000 metros, por 17 millones de euros en total.
¿La ampliación del polígono de Balaídos es lo más importante?
Es muy necesario porque en Vigo ciudad no hay un metro disponible de suelo industrial.
¿Por dónde debería ir la actividad de la Zona Franca futura?
Por facilitar las cosas al mundo empresarial, es su razón de ser además del comercio internacional. Y crear nuevos sectores donde estamos instalados. El mundo cambia muy rápido, ahora trabajamos con la aeronáutica y el espacio, donde puede haber muchas oportunidades, hay que sembrar para recoger en el futuro. Zona Franca debe aportar todo su esfuerzo en la reindustrialización.
¿Como es su relación con el Concello?
Trato de llevarme bien con todo el mundo y no parece igual desde el otro lado, porque últimamente sólo recibo críticas y descalificaciones por parte del alcalde, no sé por qué motivo. Es una relación a través de los medios de comunicación y no es fácil ni reunirse. Me gustaría que fuera mejor porque es fundamental para toda la ciudadanía. A mí siempre me va a encontrar a su lado para sentarme en una mesa, nunca me he negado a ir a una reunión, al contrario. Estoy pendiente de una reunión con él para tratar asuntos pendientes de la ciudad. Es clave hablar.
¿Hay posibilidad de acuerdos en la reforma del estadio?
Es que las propuestas (para una grada) son aéreas, ninguna ha sido firme, un día es con retorno económico para Zona Franca, otro sin retorno, otra gratis, otra con un aparcamiento. Hemos ido a todas las reuniones de técnicos y políticos en torno a ese proyecto y creo que lo que tiene que hacer (el alcalde) es, como dijo, presentar el plan que quiere en el pleno de Zona Franca y estudiarlo, ver si es viable y si es así, hacerlo, y si no, buscar otra alternativa que lo sea. Es una inversión muy grande de un tema que no es exactamente competencia del consocio por lo que hay que estudiarlo con informes técnicos para que podamos hacerlo con garantías legales, pero ese paso no se ha dado. Cada vez que tenemos una reunión, sale al día siguiente el alcalde llamándome hostil y así no se avanza. Ha habido muchas declaraciones públicas pero pocas reuniones con propuestas y papeles. Ahora hay una vía que PSA anunció: que estaría dispuesta a alquilar la totalidad de ese futuro aparcamiento. Si esa vía se da, la podremos estudiar, pero habrá que sentarse y verlo.
¿Cómo ha sido en lo personal estos cuatro años de delegada?
Muy interesante, este es un organismo vinculado a la realidad en que vivimos. Lo que más me ha gustado es el fomento del emprendimiento, con Vía Vigo y Vía Galicia, y ver cómo personas tienen una idea en la cabeza y son capaces de crear una empresa y generar empleo. Este es un organismo muy agradable y una ciudad estupenda con vecinos encantadores.
