MARIO CARDAMA Presidente de Astilleros Cardama. Vigués Distinguido

“Al recoger el premio me acordaré de mi abuelo. ya estamos con la cuarta generación”

Mario Cardama lleva al frente del astillero 38 años.
photo_camera Mario Cardama lleva al frente del astillero 38 años.

Astilleros Cardama ha cumplido cien años en Beiramar. Mario Cardama lleva al frente 38 años de una empresa emblemática cuyos principales clientes están en el extranjero.


¿Qué significa para usted que el astillero sea reconicido como Vigués Distinguido?
Es una alegría y quiero agradecer al Concello de Vigo este galardón a la empresa. Da gusto que las instituciones se acuerden de una empresa que lleva aquí cien años.
¿Qué está previsto en este año tan especial para Astilleros Cardama?
Creamos un comité del centenario, con el personal de la empresa, y como el naval es uno de los tres pilares de la ciudad de Vigo, junto con el automóvil y la pesca, vemos interesante acercar nuestra actividad al público. Así que, además de la tradicional comida con el personal, durante el año haremos actividades para el público en general como un concurso de dibujo infantil, también conciertos y visitas guiadas y jornadas de puertas abiertas.
¿Qué generación es usted al frente del astillero?
La tercera. Llevo 38 años al frente del astillero. Lo fundó mi abuelo en una época en que los únicos accionistas eran de la familia. Ahora hay más accionistas. Y ya está la cuarta generación en el astillero.
Una empresa que llega a la cuarta generación es una rara avis. ¿Qué han hecho de especial para llegar hasta aquí?
No es común. Creo que influyen múltiples factores, aunque tiene que haber un acierto en algunas decisiones de la directiva, pero también de los trabajadores y los clientes. Todo eso ha sumado para que esto llegue hasta aquí. No ha sido una sociedad que haya repartido dividendos, más bien al contrario y eso quiere decir que los accionistas han pensado primero en la empresa. Y luego el buen hacer y el apoyo de los trabajadores y tener una clientela fiel.
Los últimos años han sido especialmente delicados para el sector pero Cardama no ha parado.
Hemos tenido nuestros altibajos, que no necesariamente coincidían con los de otros astilleros. Con nuestra actividad de reparación vas solventando porque no coinciden las curvas de actividad con la construcción naval. El problema es que te coincidan las dos abajo y entonces sí que tienes un problema. De hecho 2015 fue un año bajo de las dos, pero teníamos varios contratos firmados que teníamos que poner en marcha. Y luego el tipo de actividad que  nosotros hacemos no es igual a la de los grandes astilleros.
¿Cómo está Cardama en este momento? ¿Hasta cuándo tienen carga de trabajo?
Con lo que tenemos ahora mismo cortando chapa y construyendo tenemos carga de trabajo para casi dos años. De todas formas tenemos en cartera otros contratos firmados, pendientes de que entren en vigor, que nos llevarían más tiempo. Además hay otros no firmados que estamos negociando y alguno saldrá, así que para los próximos tres o cuatro años tenemos trabajo asegurado. 
¿De quién se acordará cuando el día de la ceremonia recoja el Vigués Distinguido?
Pues no lo había pensado. Quizá de mi abuelo, Francisco Cardama Godoy, que fundó la empresa.
¿Fue justo hace cien años o hubo alguna actividad anterior?
De esa época hay poca documentación pero tenemos documentos que señalan que en el año 1916 el Ayuntamiento de Vigo concedió el permiso para construir aquí unos galpones para construir los barcos bajo techo. Pero también hay documentación de que mi bisabuelo José Cardama tenía el astillero en Guixar y mi abuelo trabajó con su padre inicialmente. Incluso estuvieron unos años trabajando con Barreras como una subcontrata. Por lo que sé, en 1916 mi abuelo se separó de su padre para ponerse por su cuenta. n

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