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Los protestantes piden espacio

El pastor Samuel Pérez Millos (izq.), con otro sacerdote evangelista en la iglesia de Vigo.
photo_camera El pastor Samuel Pérez Millos (izq.), con otro sacerdote evangelista en la iglesia de Vigo.

La Iglesia Evangélica de Vigo, de hondas raíces, celebra 500 años de la reforma de Lutero, recuperando para sí la denominación de "protestantes". Buscan un terreno para construir un templo de más capacidad

La Iglesia Evangélica en Vigo tiene 140 años de historia continuada y raíces profundas, aunque muy lejos de la abierta en la parroquia de Seixo, en Marín, una de las más antiguas de España, construida tras la visita de misioneros que llegaron a Galicia a partir de 1873. 
La comunidad viguesa tiene como líder visible al pastor Samuel Pérez Millos, con varias generaciones de pertenencia a la Iglesia Cristiana Evangélica, en muchas cosas similar a la católica, en otras no tanto y desde luego muy alejada de otros cultos con los que a menudo les confunden. 
“Nuestra Iglesia es histórica y a veces se habla de evangélicos para señalar a cualquiera que no pertenezca a la Iglesia Católica y eso no es así, tenemos otras convicciones, somos los que desde la Reforma se llamaban protestantes, un nombre que reivindicamos", señala Pérez Millos. Y añade que  se trata de un nombre que goza de buena fama internacional y define con claridad un culto. "Antes todo el mundo sabía qué eran los protestantes y queremos recuperarlo, en el sentido que el pueblo conozca quienes somos, la iglesia reformada histórica", zanja.
En Vigo hay un total de 21 templos vinculados a la fe evangélica, que a su vez busca su espacio social más allá de las celebraciones religiosas. "Tenemos dos objetivos, uno el religioso, y otro el social, con nuestra "Caritas", que se llama Nova Vida, con la que atendemos a 500 personas todos los meses".
La iglesia principal está situada en Pi y Margall, pero no es la original, de finales del siglo XIX, que pese a su historia tuvo que ser demolida "porque se venía abajo", a consecuencia de una obra vecina que afectó a su estructura. En su lugar se levanta la actual, que se ha quedado pequeña.
"Soy la quinta generación de protestantes en Galicia, mi tatarabuela fue la primera", explica con orgullo. Según cuenta, pertenecía a cierta nobleza antigua castellana afincada en Galicia, e incluso tenía un hermano cura. Un día, yendo por un camino un afilador le dijo si le gustaría leer el Nuevo Testamento y su antepasada tras hacerlo "llegó a la misma conclusión de Lutero", sobre la fe como base única de la salvación. "Luego tuvo un contacto con un misionero inglés y hasta hoy". 
Entre los 21 lugares de culto en la ciudad señala tres con historia en Lavadores y Teis, "además de la nuestra". Según afirma el pastor Millos, "somos un millar de personas en Vigo" y necesitan espacio. 
"No cabemos en nuestra iglesia y además tenemos que repartir la actividad social, que no se limita sólo a dar de comer, sino también trabajamos con niños los viernes; tenemos una escuela para aprender español a extranjeros; otra de conversación en inglés, hay una gran actividad social y prácticamente ponemos todo porque la Xunta aporta 5.000 euros anuales. Todo eso sin que cueste nada a la sociedad", añade. 
En estas condiciones, a día de hoy buscan un lugar apropiado e incluso propusieron utilizar el Verbum, "pero no puede ser". "Hemos pedido al Concello que nos deje un solar o que podamos comprarlo para poder hacer un auditorio grande y una iglesia. Nos urge", asegura. 

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