Isaura Abelairas, que acudió a los juzgados, mostró su indignación: “ella falleció en 2008”
n n n Antonio R.V. aceptó ayer una condena de 6 meses de prisión y otros seis meses de multa por un delito de falsedad en documento oficial al haber falsificado la tarjeta de minusválidos de una persona fallecida en 2008 para poder estacionar en los espacios reservados a personas discapacitadas. La víctima del fraude y propietaria de la mencionada tarjeta era la madre de la concejala socialista Isaura Abelairas, quien ayer acudió a los juzgados al ser citada a declarar como testigo, sin embargo no fue necesario su testimonio ya que un acuerdo previo de conformidad entre fiscal y defensa rebajó la pena inicial (1 año y 6 meses de cárcel) al acusado y evitó la celebración del juicio, previsto en el Penal 3 de Vigo.
Los hechos reconocidos por Antonio R.V. tuvieron lugar sobre las 17,15 horas del pasado 1 de agosto cuando agentes de la Policía Local extendieron un boletín de denuncia por estacionamiento indebido a un vehículo Nissan Terrano que ocupaba, sin habilitación visible, una plaza reservada para minusválidos en la calle José Franco Montes con Ramón Nieto. Cuando el servicio de grúa estaba finalizando su tarea, apareció el conductor y ahora condenado, quien trató de evitar la denuncia mostrando a los agentes una tarjeta de estacionamiento para discapacitados válida hasta el 10 de agosto de 2014.
En ella, dando apariencia de autenticidad, el acusado había superpuesto los datos originales con los suyos así como con una fotografía.
La Policía, que detectó enseguida la falsificación, descubrió que la tarjeta original pertenecía a una persona fallecida en el año 2008 sin poder averiguar cómo había llegado a manos del acusado.
La concejala de Bienestar Social se mostró muy indignada por los hechos, sobre los que no tenía conocimiento alguno. “Es muy grave que alguien se aproveche así de una persona que murió hace años para conseguir una plaza de aparcamiento”, lamentó con dolor la edil, quien aseguró que reconoció al acusado cuando lo vio en el juzgado “porque trabajaba en un céntrico parking ”.
Abelairas expresó asimismo su desconcierto al enterarse de lo ocurrido. “Recibí una notificación para presentarme a un juicio como testigo sin saber de qué se trataba. Intenté que el abogado me informara pero sólo me dijo que no hacía falta que acudiera. Mi deber como ciudadana es colaborar con la Justicia y por eso me presenté, no lo dudé, a pesar de que no sabía sobre qué tenía que prestar declaración”.
Tras conocer los hechos, admitió con pena su sorpresa, pues “no sé cómo y qué momento pudo este señor coger la tarjeta de mi madre” y recordó que “sí habíamos coincidido con él en el parking alguna vez”.
Fuentes fiscales aseguraron que lo que había hecho el acusado era una burda falsificación que fue detectada por la Policía de forma casi inmediata.n
