La romería del Alba en realidad son tres que marcan el verano de la parroquia de Valadares y de Vigo.
La primera, dedicada a la Virgen de la Asunción, tiene lugar el día 15. Es la más local, ya que despierta especial devoción entre los vecinos de la parroquia. Sacan la imagen en procesión desde la iglesia parroquial hasta la ermita del monte, donde se celebra todo un día de romería.
La segunda, la más numeroso, es nueve días después, el 24 y se honra a San Bartolomeu en la ‘Romería do Medo’. Se repite el mismo itinerario hasta el Alba. Allí sale a su encuentro la Virgen, protagonizando la primera curiosidad procesional de la romería. Tal y como manda la tradición, los romeros acuden a la capilla para ser tocados en la cabeza con una pequeña réplica de la figura y curar tanto fobias como traumas. San Bartolomeu cuenta con muchos seguidores entre los marineros de O Morrazo, que se encomendaban al santo, que desde la capilla, antiguamente pintada de blanco, les servía de referencia para volver a casa.
El día 8 de septiembre se vuelve a convocar a los romeros para celebrar la fiesta a la inversa. Tras la fiesta, los fieles llevan de regreso a la iglesia parroquial a las dos imágenes. A medio camino, les sale al encuentro la talla de San José, produciéndose el segundo ritual procesional, con un peculiar saludo entre las figuras que son finalmente llevadas a sus habituales altares donde permanecerán el resto del año.
