Considera imprescindible acabar con el sistema de partidos judiciales creado en 1834
El presidente del Consejo del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, se mostró rotundamente partidario de modificar con urgencia la demarcación judicial y recordó que la actual se fijó en 1834, tras fallecer Fernando VII. Admitió que el cambio podrá suponer problemas políticos y protestas de algunos municipios que no quieren perder servicios -no citó ninguno, tampoco Vigo- pero insistió en la urgencia de una "reforma imprescindible". Así lo dijo en una conferencia en el Círculo de Empresarios organizada por el Colegio de Economistas donde también instó a la colegiación y especialización de los jueces.
Lesmes pidió "fórmulas imaginativas" que rediseñen el actual reparto provincial y en partidos judiciales, 435 hoy. "Es una reforma no ya necesaria sino imprescindible" para garantizar "la previsibilidad" del sistema judicial, al propiciar mecanismos de unificación de criterios. Insistió en contar con jueces especialmente formados en sectores del ordenamiento jurídico "para dar una respuesta eficaz a los problemas que se plantean".
Lesmes también señaló que "el modelo a seguir" es la jurisdicción civil, con dos instancias y casación, encaminada esta última a fijar los criterios uniformes en la interpretación de las leyes. Asimismo, uno de los mayores obstáculos en la modernización del sistema judicial es su modelo de gobierno, ya que existe "mucho mando poco, articulado entre sí". Señaló que en el mundo judicial hay competencias del Ministerio de Justicia, pero también de las comunidades autónomas y del CGPJ. Pide Lesmes una forma consensuada para "caminar en la misma dirección. Si esto no se hace, las dificultades para la modernización del sistema serán muchas", añadió.
Una primera reunión “descafeinada” con los jueces y de puntillas por Vigo
Con el futuro de la demarcación judicial sobre la mesa, las necesidades de nuevos juzgados en Vigo y la petición de un órgano específico para cláusulas suelo, la visita ayer del presidente del Poder Judicial y del Tribunal Supremo a Vigo y su primera reunión con los jueces vigueses se preveía providencial. No lo fue. La única promesa realizada por Carlos Lesmes es que los refuerzos que hay ahora se convertirán en plazas definitivas. Algo que ya se esperaba.
Lesmes llegaba a las 9,30 al edificio de la Audiencia para encontrarse con una veintena de jueces en una reunión que según dijo fue “muy fructífera” y que calificó de satisfactorio “intercambio de ideas”. Estas fueron las únicas palabras que la prensa pudo arrancarle sobre una visita histórica pero más protocolaria que sustanciosa a juzgar por el contenido del escueto e improvisado mensaje de su responsable de prensa para dar respuesta a la más que justificada insistencia de los medios de comunicación. En ese mensaje, Lesmes destacó cuánto aprecia este tipo de reuniones con los compañeros de la carrera judicial, ha mantenido encuentros con más de 1.300 desde su llegada, y manifestó que aunque los jueces tienen tendencia a la autocrítica, la respuesta de la Justicia teniendo en cuenta los medios disponibles es razonable y tiende a mejorar. Según la nota escrita, insistió en la necesidad de seguir trabajando para mejorar la eficiencia en el sistema y destacó, curiosamente, la transparencia con la que trabaja el Consejo General del Poder Judicial, pese a no haber querido contestar ni a una sola de las preguntas realizadas por los medios de comunicación y haberse negado a atenderles en los tres actos previstos en la ciudad durante el día de ayer.
En contra de la expectación de la reunión con los jueces, el TSXG confirmó que no se abordó ningún tema concreto de Vigo con el presidente del CGPJ.
Acompañado por el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, el presidente de la Audiencia y el juez decano de Vigo, abandonó los juzgados pasadas las once de la mañana sin haber abordado ninguno de los asuntos claves para la ciudad, entre ellos, la creación de un juzgado para cláusulas suelo. Tras la reunión, ofreció la charla en el Círculo y finalizó con una visita, también sin declaraciones, al antiguo Hospital Xeral.n
