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La presa de Eiras entra en reserva

El río del Eiras aparece en un paraje que normalmente está cubierto en varios metros de agua.
photo_camera El río del Eiras aparece en un paraje que normalmente está cubierto en varios metros de agua.

El principal embalse de Vigo y el área metropolitana muestra un aspecto desconocido, ya por debajo del 40 por ciento de su nivel. Y las perspectivas de lluvias continúan siendo difusas y débiles

n n n La presa de Eiras presenta una imagen nunca antes conocida desde su apertura a principios de la década de los 70 del pasado siglo. Hace ya dos semanas que comenzaron a aflorar antiguos restos de construcciones anegadas por la construcción del embalse -molinos y viviendas de una aldea, incluso una carretera- pero ahora el paisaje resulta dramático, con numerosas zonas normalmente anegadas mostrando el fondo a cielo abierto. La estación de control señala el límite de entrada en reserva, cada vez más próximo.
Según el último parte de Augas de Galicia, del pasado lunes 13, el nivel había bajado hasta el 41 por ciento. Desde entonces, al ritmo actual de tres puntos por semana, se puede estimar que ya habrá descendido del 40 por ciento. Su operatividad se mantendrá hasta el 20 por ciento y a partir de ahí ya el suministro sería restringido. Augasde Galicia y el Concello tratarán mañana lunes de alcanzar un compromiso sobre las medidas a tomar con la amenaza latente de que si no hay lluvias, el 1 de diciembre Vigo entrará en reserva de abastecimiento y categoría de "escasez severa", que conllevaría restricciones al consumo público y privado. Lo nunca visto desde que en 1987 reventó la conducción general por un desprendimiento, lo que dejó a la ciudad y su área sin agua durante varios días. Luego el Concello decidiría construir un túnel desde Fornelos para evitar que se repitiera. Para encontrara cortes del suministro hay que remontarse a muy lejos en el siglo pasado, cuando Zamáns era la única provisión válida e insuficiente. Eiras, diez veces mayor, resolvió el problema hasta ahora.
Augas de Galicia espera no tener que aprobar medidas extremas, como el recorte a cero del caudal ecológico que conllevaría la liquidación de la fauna de los ríos de Eiras y Zamáns, pero tomaría dicha resolución en el caso de que esta semana tampoco haya lluvias suficientes. En lo que va de noviembre, un mes normalmente con fuertes precipitaciones, sólo cayeron 50 litros, apenas una tercera parte de lo habitual, sumándose a otros meses de extrema sequedad, que se prolonga desde principios de año. El fin del caudal ecológico tan sólo atemperaría algo el ritmo de reducción del nivel.  n

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