El secretario de Infraestructuras luso espera que en 2016 pueda estar terminada la línea rápida desde Oporto
El Gobierno luso considera "prioritaria" la inversión en la mejora de las conexiones ferroviarias con España a partir de 2015, año en que comenzarán las obras en suelo portugués de la línea "de altas prestaciones" Madrid-Lisboa que prevé terminar en 2019. Tres años antes, en 2016, espera que esté operativa la línea Oporto-Vigo, también incluida en su lista de prioridades estratégicas.
Así lo anunció, en una entrevista con EFE, el secretario de Estado de Infraestructuras, Transportes y Comunicaciones, Sérgio Silva Monteiro, quien precisó también que el recorrido entre las dos capitales ibéricas incluirá "por lo menos una parada" en el interior de Portugal, que se suma a la ya prevista en Extremadura.
Además de la conexión con Madrid, el Gobierno luso también prepara ya la línea Oporto-Vigo, que espera esté operativa en 2016. Sería la otra prioridad. "Ya estamos electrificando la línea del Miño, con presupuesto atribuido (...) Su principal ventaja es que con el mismo tipo de tren, podremos reducir el tiempo en 40 minutos -de las dos horas y cuarto actuales a poco más de hora y media- e incluso recortar los costes de combustibles, lo que teóricamente nos permitiría incluso bajar el precio del billete", avanzó. Hace unos días la ministra de Fomento pidió en Lisboa agilidad para que España pueda hacer su tramo, de apenas 15 kilómetros desde Guillarei. La idea es que el tren rápido funcione en 2017 y sirva para conectar la Eurorregión.
Monteiro puntualizó que el país no puede volver al gasto excesivo para convertirlo "en un estímulo artificial de la economía", y defendió que sigue siendo necesario "ahorrar para invertir en infraestructuras importantes para el futuro".
"No podemos confundir a los contribuyentes diciéndoles que las dificultades ya están superadas y que ahora es tiempo sólo de invertir", recalcó el responsable de Obras Públicas al señalar los planes del país vecino. n
