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La Policía Local medió en 2016 en un centenar de conflictos

Los procesos de mediación en frío comenzaron en el mes de octubre.
photo_camera Los procesos de mediación en frío comenzaron en el mes de octubre.

El proceso lleva dos años en funcionamiento en Galicia y cuenta con 20 agentes en Vigo

 Llegar  a acuerdos y resolver conflictos. Este es el objetivo que la Policía Local de Vigo se ha marcado con la puesta en marcha del programa de mediación. Una medida innovadora que ya el año pasado fue aplicada en más de un centenar de casos y que a partir de hace algunos meses también abarca la resolución de problemas más complejos con la llamada intervención en frío, en la que dos agentes se entrevistan con los afectados en un lugar neutral para que éstos lleguen por sí mismo a una solución válida para todos. Un sistema con el que “todos ganan, tanto aquellos que acuden a la mediación de forma voluntaria, como su entorno y la ciudad en general al evitar que un problema se enquiste y termine con una situación más grave e, incluso, judicializándose”.
Los problemas más comunes con los que se enfrentan los policías en su labor mediadora son los ruidos. Desde una lavadora que funciona a altas horas de la madrugada, unos tacones que martillean el suelo en el piso de la vecina, el ladrido del perro de los del tercero o ese aire acondicionado del bar de abajo que no deja dormir por las noches. “Muchas veces son pequeñas cosas que si no las atajas a tiempo buscando soluciones que restablezcan la normalidad, pueden repetirse y romper la convivencia creando un verdadero problema”, explican los mediadores. 
Por el momento, la Policía Local cuenta con una veintena de agentes que llevan a cabo la mediación en "caliente", es decir, a pie de calle y cuando detectan o son llamados ante cualquier incidencia. Otros dos, han completado los dos años de formación que se imparten en la Escola Galega de Seguridade y ya ponen en práctica sus conocimientos en la llamada mediación en "frío", donde se da un paso más y se busca “que se cierren los conflictos sin llegar a juicio. En un proceso judicial siempre hay alguien que gana y otra parte que pierde, y aquí no, ambos ganan porque son los propios afectados quienes llegan a un acuerdo”. 

Discreción absoluta
Las intervenciones comenzaron en el mes de octubre y por el momento ya han pasado por este espacio varios casos “en los que era necesaria una mediación para poder llegar a una solución”, aunque también reconocen que “no siempre se llega a un acuerdo, hay veces en las que ves que no hay posibilidad, y se lo dices a los interesados, porque son ellos los que deben llegar a conclusiones. Nosotros no aportamos la solución”.
La discreción y la más absoluta confidencialidad son piedras angulares de todo el proceso. "Lo que se dice en la sala en la que se lleva a cabo la mediación, queda allí.  "Los agentes que intervenimos no tomamos parte, nuestra función es identificar el tipo de conflicto que hay, que puede ser de valores, de intereses, de tipo laboral, y orientarles hacia una búsqueda activa de la solución". Cuando esta llega,  se hace un seguimiento "para ver si funciona y que no reaparezcan las diferencias".  Para que eso suceda, lo más importante "es lograr el compromiso expreso de los afectados. Que sepan que inician un proceso en el que serán ellos los que lleguen a la resolución del problema y que deberán cumplir lo que  decidan", aseguran los mediadores, que hasta el momento han  visto diluirse  como por arte de magia enfrentamientos que creaban tensiones y desavenencias entre vecinos durante años. 

Una labor de asertividad y complicidad

Lograr restablecer la armonía y la normalidad entre las partes no siempre es sencillo. Las técnicas que utilizan los mediadores de la Policía Local  permiten "identificar los problemas que subyacen en algunos conflictos".  Para ello, en las mediaciones en frío -aquellas que se llevan a cabo en las instalaciones de la Jefatura- siempre hay dos agentes. La coordinación entre ambos es de vital importancia, ya que se complementan y orientan la reunión sin que se originen fricciones. Para lograra esta compenetración aseguran que es vital "entender lo que nos dicen sin palabras, simplemente con los gestos del cuerpo", un lenguaje en el que han trabajado durante los dos años de formación. Otro requisito imprescindible para poder llevar a cabo este tipo de mediación es "ser asertivos, tener la capacidad de ponerse en la piel del otro". 

Procedimiento una simple llamada

Los procesos de mediación comienzan siempre con una denuncia o llamada.  El afectado expone su queja y es a partir de este material que los agentes de la Policía Local inician su trabajo. El informe que llevan a cabo los policías que patrullan las calles o se personan en el lugar del conflicto es la herramienta de la que parte toda la intervención.  A partir de ahí, se inicia una labor de gestión de emociones, de análisis de la situación y de búsqueda del incidente que dio origen a todo el conflicto. Una labor que requiere tacto y mucha mano izquierda. 

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