Los vecinos de un edificio de la calle Vázquez Varela fueron desalojados en la madrugada de ayer al declararse un incendio en el tercer piso del inmueble, aunque sólo una mujer de 65 años, que responde a las iniciales A.L.S., tuvo que recibir asistencia médica por una posible intoxicación por humo. El siniestro afectó al salón de uno de los pisos, que quedó completamente calcinado.
El incendio se declaró sobre las 5.00 horas en el número 42 de la citada calle, y cuando los agentes llegaron al punto fueron requeridos por varios vecinos que les comunicaron que los moradores de la tercera y de la cuarta planta seguían en sus viviendas. La Policía Local ayudó a evacuar el edificio mientras los bomberos procedían a sofocar las llamas y a ventilar el lugar, debido a la gran cantidad de humo acumulado.
Durante las labores de extinción permaneció cortada la vía para facilitar el trabajo de los bomberos y del personal sanitario, y se reabrió a la circulación alrededor de las 7.00 horas.
El foco del incendio se localizó en el salón de una vivienda del tercer piso, que quedó calcinado, aunque las llamas también afectaron otras estancias pero con una intensidad menor. El primero en darse cuenta de que se estaba registrado un incendio en la casa fue el perro de la familia, que comenzó a mostrar señales de evidente nerviosismos, alertando a los vecinos de que algo pasaba. Los primeros en salir a la calle fueron los residentes en primero y en el segundo, mientras que los de las dos últimas plantas 'tardamos un poco más en bajar porque con tanto humo ni siquiera veías dónde estaban los escalones', explica Loli Losada, una de las últimas personas en salir del edificio. Ella como el resto de los ocho vecinos, todos familiares entre sí, esperaron en la calle mientras los bomberos extinguían el fuego después de 'pasar un buen susto. Afortunadamente no pasó nada', recuerda. Los efectos del fuego todavía se podían ver ayer por la mañana en el edificio, donde el humo había afectado el rellano del tercero y del cuarto, los más afectados por el siniestros.
Las causas del fuego todavía no se han determinado, aunque no se descarta que hubiera sido como consecuencia de un cortocircuito que afectó rápidamente al resto del mobiliario del salón.
El humo también causó daños materiales en el resto del piso, así como en parte del superior, donde el hollín cubría la mayor parte del mobiliario y de la ropa.
Durante las labores de extinción permaneció cortada la vía para facilitar el trabajo de los bomberos y del personal sanitario, y se reabrió a la circulación alrededor de las 7.00 horas.
El foco del incendio se localizó en el salón de una vivienda del tercer piso, que quedó calcinado, aunque las llamas también afectaron otras estancias pero con una intensidad menor. El primero en darse cuenta de que se estaba registrado un incendio en la casa fue el perro de la familia, que comenzó a mostrar señales de evidente nerviosismos, alertando a los vecinos de que algo pasaba. Los primeros en salir a la calle fueron los residentes en primero y en el segundo, mientras que los de las dos últimas plantas 'tardamos un poco más en bajar porque con tanto humo ni siquiera veías dónde estaban los escalones', explica Loli Losada, una de las últimas personas en salir del edificio. Ella como el resto de los ocho vecinos, todos familiares entre sí, esperaron en la calle mientras los bomberos extinguían el fuego después de 'pasar un buen susto. Afortunadamente no pasó nada', recuerda. Los efectos del fuego todavía se podían ver ayer por la mañana en el edificio, donde el humo había afectado el rellano del tercero y del cuarto, los más afectados por el siniestros.
Las causas del fuego todavía no se han determinado, aunque no se descarta que hubiera sido como consecuencia de un cortocircuito que afectó rápidamente al resto del mobiliario del salón.
El humo también causó daños materiales en el resto del piso, así como en parte del superior, donde el hollín cubría la mayor parte del mobiliario y de la ropa.
