Pitillas, Gerardo, Maxi y José fueron recibidos por el vicepresidente de la Xunta y amigos llegados de Vigo y Pazos
La de ayer fue una de las jornadas más emotivas de la odisea protagonizada por los peregrinos de Discamino. El grupo en el que pedaleaban Gerardo, Maxi y José en sus bicicletas adaptadas a sus discapacidades fue recibido con aplausos en la plaza del Obradoiro por un nutrido grupos de amigos y familiares desplazados desde Vigo y Pazos de Borbén, municipio este último en el que se encuentra el centro de Aspavi donde acuden los tres protagonistas de esta odisea de coraje y ganas de vivir. Después de los primeros besos y abrazos, el grupo, en el que también se encontraba el policía local vigués y medalla Castelao de este año, Javier Pitillas, recibió la visita del vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que vistió la chaqueta roja del equipo. Tras recibir sus "compostelas" como reconocimiento de haber realizado el Camino de Santiago, pusieron rumbo a Vigo. A partir de ahora comienza ya su nueva aventura.
El proyecto Discamino nació cuando Gerardo, el vigués sordo-ciego con el que Javier Pitillas recorre los diferentes caminos de Santiago, le propuso el reto de buscar a más personas con diferentes capacidades para sumarse a esa aventura. Este año, el sexto que ruedan por las carreteras, se unieron Maxi, con parálisis cerebral y que ya hizo parte del recorrido el año pasado, y José Varela, el mayor de todos y que sufre también de parálisis cerebral. Un trío que el próximo año volverán a transformarse en peregrinos para demostrar que no hay limitaciones, simplemente formas diferentes de sentir la vida.n
