La Sociedad Gallega de Médicos Generales y de Familia (SEMG-Galicia), que preside José Carlos Bastida, se suma a la celebración de la Semana Mundial de la Vacunación, organizada por la OMS entre los días 24 y 30 de abril para concienciar sobre la importancia de proteger la salud en cada etapa de la vida.
¿Qué mensaje quieren dar?
Concienciar a la población de la importancia que tienen las vacunas, no solo en el calendario infantil, sino que se debería conseguir también un calendario vacunal de mayores. Las vacunas evitan enfermedades prevenibles que son graves o que pueden generar que un paciente que ya tiene una enfermedad crónica tenga una disfunción lo suficientemene grave como para provocarle la muerte.
¿Qué reclaman en el caso concreto de la neumonía?
Estamos vacunando contra la neumonía a mayores de 65 años con determinadas patologías de riesgo, pero las sociedades científicas de Primaria y otras sociedades científicas como las de patología respiratoria, la de vacunología y de medicina preventiva llegamos a un consenso el año pasado y se lo presentamos a la Consellería de Sanidad para conseguir que se ponga la vacuna conjugada a mayores de 60 o de 65 años, no solo a los grupos de riesgo. Hay dos vacunas contra la neumonía: la polisacárida, que es con la que trabajamos y que se debe repetir cada cinco años, y la conjugada que crea una inmunidad permanente. Hay estudios que indican como la neumonía grave invasora que provoca la muerte prácticamente desaparece con esta vacuna y la propia neumonía adquirida en la comunidad, que es más frecuente y tiene su importancia porque puede tener consecuencias fatales, también baja drásticamente su incidencia.Lo están estudiando, en otras comunidades autónomas ya se hace.
¿Cómo sería ese calendario de vacunación de adultos?
En este momento lo que está recomendado en adultos es la vacunación antrigripal y la neumocócica (la polisacárida). Insistimos en que habría que poner la otra vacuna contra la neumonía que es permanente, recomendamos seguir revacunándonos contra el tétanos (sobre todo los que trabajan en la pesca, el campo y los propensos a herirse), contra la hepatitis B en determinadas profesiones, además de las vacunas necesarias para viajar a otro continente, la vacuna del herpes zoster en personas deprimidas y la del virus de papiloma humano, no solo en niñas también en mujeres que han tenido una intervención a nivel de cuello uterino.
La vacuna de la gripe llegó a una cobertura del 56% el año pasado.
Tenemos que llegar como mínimo a un 65% de cobertura para que sea muy efectiva para toda la población, porque rompes la cadena de transmisión, pero no somos capaces de alcanzar esa cifra. La gente es muy reacia a vacunarse. Lo que está claro que es que cada año muere más gente por gripe que por accidentes de tráfico, y no porque sea una enfermedad mortal aunque en determinados pacientes sí puede producir un fatal desenlace. También debería aumentar la cobertura en el estamento sanitario, porque estamos en contacto con pacientes y podemos transmitir enfermedades. Aunque ha subido mucho en los últimos años, sobre todo en Primaria y Enfermería, hay que seguir insistiendo.
Hay una tendencia de gente que no vacuna a sus hijos y prefieren que pasen la enfermedad.
Desgraciadamente está pasando esto y estamos viendo las consecuencias, hay pocos casos pero hay niños que están muriendo de difteria o de sarampión. La polio ha desaparecido en el mundo según la OMS gracias a las vacunas. Si las dejamos volvemos a lo mismo.
¿Que opina de la inclusión de la vacuna de la meningitis B?
El Ministerio indica que la incidencia es bajísima (0,4 casos por diez mil) y que esa vacuna no es eficaz al cien por cien, por eso no la financia salvo para los contactos del enfermo. Sí está en el calendario la meningitis C, mucho más frecuente. En España se ha generado mucha alarma, de hecho el 20% de la producción mundial de esta vacuna la reclama nuestro país.
¿Qué vacunas esperan?
Una es la malaria, y sería muy importante la del cáncer y la del VIH. Hay que seguir trabajando.
