El acusado aseguró que el grupo de jóvenes era de seis y nunca de 15 como le acusa la Policía
Cerrado o desactivado. Este era el mensaje que ayer presentaban las páginas del negocio y el muro del detenido por la Policía Nacional acusado de un presunto delito contra la libertad sexual, Carlos Viéitez, al que sus víctimas supuestamente llamaban "El Papi". También el restaurante de su propiedad situado en las avenidas permaneció sin actividad desde que se conoció el arresto y posterior ingreso en prisión del hostelero, algo insólito en un negocio donde el lleno era habitual.
Por otra parte, y según pudo saber este periódico, durante la más de hora y media que duró el interrogatorio en el juzgado de Instrucción número 7, encargado del caso, el investigado negó los cargos que se le imputan y defendió su inocencia asegurando que las fotos y mensajes que según la Policía intercambiaba con las víctimas en el grupo de WhatsApp creado con los adolescentes no tenían una intención "pedófila", como apunta la investigación policial. Además, aseguró que fueron seis, y no quince, los menores con quienes intercambiaba mensajes en el chat e invitaba a consumiciones, a ir en el barco y a su apartamento. También dijo en su declaración que todos ellos tenían ya 17 años. El acusado ingresó en la tarde de ayer en la cárcel de A Lama en prisión comunicada y sin fianza acusado de un presunto delito contra la libertad sexual.
