Pablo Morillo, el héroe de la Reconquista 'que no fue'

Pablo Morillo corona el conjunto escultórico que será homenajeado. (Foto: ARCHIVO)
'La Reconquista, ¿honrará un año más al héroe que no fue?'. Esa es la pregunta que se hace el historiador e investigador medievalista Gonzalo Prado, miembro de la Asociación de Estudios Históricos de Galicia y residente en Vigo.
El historiador cuestiona el papel protagonista de Pablo Morillo, representado en la cúspide en el conjunto escultórico, centro del homenaje oficial. Asegura que cada año se honra la memoria equivocada, ignorando a Bernardo González del Valle, 'Cachamuiña', el ourensano que luchó con los vigueses.

Resulta paradógico que esta reclamación se haga en esta edición, cuando el Museo de Quiñones de León recibe la Medalla da Cidade, y uno de sus ex-directores, el cronista Lalo Vázquez Gil, reclamase mayor difusión de la historia de Vigo entre los propios vigueses.

Gonzalo Prado hace referencia al acto institucional de la Reconquista, que desde hace unos años tiene lugar en la Praza da Independencia, ante el conjunto 'A los héroes de la Reconquista', obra de Julio González Pola, iniciada en 1915 por el primer centenario de la expulsión francesa. Cada 28 de marzo, representantes de los poderes políticos y militares rinden homenaje a los caídos con la lectura de un bando municipal por parte del alcalde y la colocación de una corona de flores. 'Llamo la atención de que se viene realizando un homenaje por parte de las autoridades y sociedad civil a un héroe equivocado, relegando a segundo término a otros que sí prestaron actos heróicos en nuestra ciudad', afirma Prado, a través de un comunicado a este medio.

El historiador advierte que 'además de ser un militar de alta graduación, al igual que otros, no protagonizó personalmente ninguna gesta'. Basándose en citas históricas, designa a Morillo 'como un gran militar, pero también como un oportunista, y sobre todo como un traidor al Gobierno legal constituido en el trienio liberal, y un traidor a Vigo'.

Gonzalo Prado descubre el cambio de bando de Morillo, que tras hacer frente a las guerrillas absolutistas, se declaró contra la Regencia y se unió al enemigo. Catorce años más tarde de la liberación de Vigo, el 4 de agosto de 1823, el militar enarboló la bandera absolutista esta vez al frente de tropas francesas de los Cien Mil Hijos de San Luis y tomó la ciudad y destituyó a las autoridades locales. Como represalia al apoyo de la plaza, el nuevo gobierno, aupado por Morillo, suprimió la capitalidad de Vigo, devolviéndosela a Tui, y en 1833 dándosela a Pontevedra.

Así, el historiador se hace eco de Álvarez Blázquez en su libro 'Vigo en su historia' que 'la historia interna de la Reconquista está por escribir' y hace un llamamiento para 'recomponer esta injusticia, suprimiendo la estatua'.

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