En Vigo 2.131 personas tenían derecho a voto en la elección a la presidencia del país
Las protestas fueron la tónica general de la jornada electoral en la que los venezolanos votaban para elegir al presidente de la república caribeña. Las cuatro mesas instaladas en las dependencias del Consulado de Venezuela en Vigo abrieron sin incidencias a las 8 de la mañana, cerrando a las 18 horas para permitir el voto de las 2.131 personas inscritas en el registro y con derecho a voto en el área que abarca esta representación diplomática, que incluye toda Galicia y Asturias.
Dos horas después de que abriera el colegio electoral, comenzaron a congregarse en las inmediaciones de la presentación consular un grupo de venezolanos que protestaban por un proceso electoral que aseguraban "es un fraude".
Los concentrados corearon consignas en las que decían "no queremos votaciones, queremos nuestras pensiones", en referencia al impago de las jubilaciones desde hace dos años a los retornados gallegos. Una de las representantes de la agrupación que reúne a los afectados manifestó que "no les llamamos elecciones y sí votaciones porque sabemos que saldrá Maduro y por lo tanto no se elige a nadie". Además, aseguraron que "nadie va a votar, la abstención será muy elevada porque es un fraude y la gente lo sabe", apuntando que durante todo el tiempo en que mantuvieron la protesta "apenas entraron votantes. Los que lo hacen, son adeptos al régimen".
La Policía mantuvo a lo largo de toda la jornada presencia en las inmediaciones del consulado, algo que había sido solicitada por la representación consular para mantener el normal desarrollo del proceso electoral.
Resultados
Para votar se exigía la cédula de identidad laminada, aun cuando estuviese vencida, utilizándose el sistema manual para ejercer el derecho al voto.
Los resultados de las votaciones presidenciales no se conocerán, en el caso de los colegios electorales constituidos en el exterior de Venezuela, hasta que sean publicados oficialmente por la Consejo del Poder Electoral venezolano, según aseguró ayer el cónsul general, Martín Pacheco.