Manuel Reigosa encabeza a un grupo de 50 profesores con experiencia de gestión y otros de nueva incorporación que presentarán una candidatura al Gobierno de la UVigo
Habrá competición en las elecciones al Gobierno de la Universidad de Vigo, que se celebran la próxima primavera, tras cuajar una candidatura entre personas que cuestionan la gestión de Alternativa Universitaria, el grupo de Salustiano Mato. Todavía no han desvelado quien será su candidato a rector ni tampoco tienen unas siglas porque por ahora no son un grupo como tal y porque están abiertos a la participación.
El actual rector, Salustiano Mato, está al final de su segundo mandato y su grupo está en proceso de selección de un nuevo candidato.
En el lado de la oposición, un grupo de más de 50 personas de todos los sectores y de los tres campus que conforman la Universidad de Vigo se reunieron el martes en la Sala de Juntas de Ingeniería Industrial para aprobar un manifiesto de puesta en común ante las próximas elecciones al Rectorado de la institución.
manuel reigosa, portavoz
La portavocía recayó por consenso en Manuel Reigosa Roger, quien asume la tarea de coordinar las propuestas que unieron a todas estas personas de diferentes ámbitos con una apuesta en común para preparar a la Universidad a los desafíos a los que se enfrenta.
Entre los asistentes que se implicaron en la redacción del breve documento de partida se combinan perfiles con experiencia en gestión con nuevos rostros y la ilusión generalizada por un cambio sobre las directrices actuales de gobierno.
Según explican, es evidente que la tarea es compleja y que hay cuestiones polémicas que hacen pensar a este proyecto, Horizonte 2040, en planteamientos tangibles para resolver profundos descontentos tanto en el personal de administración y servicios como en un personal docente e investigador agraviado con respecto a otras universidades españolas.
En palabras del profesor Reigosa, “nosotros queremos que la calidad realmente se premie, que el personal docente e investigador tenga clara la orden para su promoción y no se cambien las normas de juego cada año, y que las personas centren el eje de acción de la Universidad de Vigo. Se trata de que esta institución sea un organismo que funciona con precisión cuando cada cual se dedica al trabajo que le corresponde. Y eso no
sucede cuando el profesorado pierde más tiempo en tareas burocráticas que en investigación o cuando algunos tienen que impartir cinco o más materias al incrementar el número de horas que
tienen que impartir por la aplicación de una legislación muy discutida y que otras universidades con su autonomía no aplicaron, conllevando la situación de nuestra Universidad un perjuicio también para el alumno”.
En el documento que presentaron indican que una de las señales de identidad de la Universidad fue la apuesta por la igualdad, mérito y capacidad, algo que les permitió competir a nivel mundial. Sin embargo, en su análisis indican que la situación está cambiando en los últimos tiempos por distintas causas y mencionan algunos problemas. Uno de ellos es el problemadel relevo generacional, en segundo lugar se refieren al “problema de planificación y organización interna del cuadro de personal”, en otro apartado aluden a la “excesiva judicialización de la Universidad” y por último hablan de un problema con la toma de decisiones “sin contar con la opinión de las personas (estudiantes, profesores y personal de administración y servicios)”.
Un programa pensado para las personas y con la vista en el 2040
El grupo encabezado por Reigosa considera que los mejores activos de la Universidad son las personas que forman la comunidad universitaria, a los que ponen en primer plano en sus objetivos.
Proponen dar mejor formación a los alumnos e involucrar más a los egresados para que sean “embajadores” de la Universidad. Proponen la promoción del personal docente e investigador con criterios de igualdad, mérito y capacidad, pero indican que ahora “no hay compromisos temporales ni reglas claras que permanezcan en el tiempo”. Añaden que el Plan Bolonia además de aportar una formación más individualizada para el alumno trajo consigo un incremento de tareas burocráticas para el personal docente e investigador. “En la medida de lo posible pretendemos desembrollar aliviar las tareas burocráticas en las que estamos inmersos”. También quieren recuperar Feuga como una herramienta más al servicio de los investigadores. Sobre la burocracia, creen que también afecta de forma fundamental al personal de administración y servicios, al que tienen en cuenta a la hora de racionalizar estas tareas. Para ellos plantean una nueva RTP negociada y que suponga una carrera profesional. Otro objetivo es facilitar la captación de talento y acabar con la política de constreñir los cuadros de personal, que ven escasos en muchos centros. Finalmente, creen que “de nada sirve tener un capitán con grandes ideas si la comunidad universitaria no participa de esas ideas y no asume los objetivos por desconocimiento” y por ello recuperarán el papel del Claustro y del Consello de Goberno como foro de debate de grandes temas. Su programa electoral tendrá como horizonte el año 2040.
