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Las obras elevan el riesgo en el paso “obligado” de Rande

Imagen del puente de Rande, en la actualidad, con las obras de ampliación.
photo_camera Imagen del puente de Rande, en la actualidad, con las obras de ampliación.

Fomento desconoce la fecha de remate de la  ampliación en la AP-9, sin iluminación en el tramo

El puente de Rande se acerca al periodo más crítico para  el tráfico, el verano, sin fecha para la finalización de las obras. El Ministerio de Fomento desconoce cuándo estarán terminados los trabajos de ampliación de la AP-9,  según confirmó a este diario,  y a día de hoy no ofrece  ninguna garantía de conclusión para el 31 de agosto, la segunda fecha prevista para el remate del tercer carril que debía haber estado listo en marzo. 
Los usuarios, más de 22.000 a diario, se ven obligados a reducir a la mitad la velocidad en el tramo de autopista y algunos advierten del incremento de peligrosidad en esta vía por los carriles provisionales y la falta de iluminación nocturna. “Viajo a diario por mi trabajo  y las obras se han notado mucho”, explica Juan Vieitez, un vigués que trabaja en Figueirido. Según explica, “ahora son muchos más los que salen de la autopista  hacia el Morrazo para ahorrarse el precio de Rande, que es 1,50 euros y después acceder por el desvío a Pontevedra, lo que deriva en importantes retenciones”. Además, asegura, “el tramo de obras está totalmente a oscuras por la noche, sin iluminación, con lo que es un auténtico peligro”.
Ángel González, instalador eléctrico de Vigo  y que a diario circula por la AP-9 añade que “en cuanto hay un accidente, se forma un auténtico embudo y los que tenemos que circular por esa vía por trabajo, no tenemos otra opción, no hay alternativas, estamos obligados”.
Ambos usuarios consideran que el peaje debería reducirse e incluso  hacerse gratuito en Rande mientras se prolonguen las obras. “El servicio de una autopista, que es el de ahorrar tiempo y aportar mayor seguridad, no se está cumpliendo con lo que no es lógico que cobren  el mismo peaje”, sostiene Marta García, profesora de Pontevedra que trabaja en Vigo. 
El caso de Mar López, auxiliar de Puericultura es diferente. Ella  viaja con frecuencia  a Santiago, pero los fines de semana, tras haberse trasladado desde allí a vivir a Vigo hace algo más de un año. “Al salir un viernes y regresar un domingo, no hay posibilidad de bonificación ninguna. El importe ya de por sí es muy alto y sufrimos los atascos sobre todo en la vuelta a Vigo”.

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