Las incautaciones de artes de pesca que no respetan la normativa o de marisco sin certificación es otro de los gruesos del trabajo de estos agentes. El año pasado intervinieron 194 nasas y trasmallos y 120 kilos de marisco.
Unas cifras a las que hay que sumar recientemente los artefactos explosivos de confección casera que fueron localizados en Combarro por un guardia civil que estaba de permiso y que vio a unos niños jugando con ellos. Las primeras valoraciones apuntan a la posibilidad de que este tipo de artefactos se puedan estar utilizando de forma ilegal para evitar que determinadas especies, como los delfines, cuya presencia parece haberse incrementado en las últimas fechas, interfieran en las labores pesqueras o produzcan daños en los aparejos.
“Siempre que inspeccionamos un pesquero se aprovecha también para controlar si llevan explosivos, algo que hace unos años era más frecuente”. Y es que según recuerdan estos agentes la “Operación abuelo” “supuso un antes y un después en el uso de explosivos”.
En aquella ocasión se detuvieron a 15 personas, entre ellas el que era patrón mayor de la Cofradía de Vigo, y se encontraron 113 kilos de dinamita, 100 metros de mecha y 400 detonadores en los puertos del Berbés y Portonovo.
Aquel operativo hizo que "este tipo de actividad se tenga siempre en cuenta a la hora de inspeccionar y vigilar. No bajamos la guardia, y la localización de los artefactos en Combarro nos hace ver que se siguen utilizando, aunque en este caso la situación era mucho menos peligrosa que la que se descubrió con aquel operativo", recuerdan mientras deciden la ruta que seguirán en este recorrido por la Ría viguesa. n
