No habría cambios en el el resto del área metropolitana y todo el sur de la provincia
¿Qué habría pasado si en 2011 hubiera estado vigente una ley electoral de elección directa de alcaldes? En el área de Vigo y el sur de la provincia de Pontevedra apenas habría cambios, salvo en la propia ciudad y en Salceda de Caselas, ayuntamientos donde el PP ganó de lejos, pero se quedó a unos votos de la mayoría absoluta, siendo el primero para el PSOE -con el voto del BNG- y el segundo para el BNG, con el voto del PSOE. En el resto de municipios todo seguiría igual, salvo en Arbo, que ahora tiene alcalde del PP, pero antes era del BNG por un acuerdo con independientes. En Pontevedra no habría modificaciones, donde el PP sólo logró 100 votos más que el BNG, sin llegar al 40 por ciento.
En Salceda de Caselas, el Partido Popular logró el 46% de los votos pero paradójicamente no consiguió la necesaria mayoría absoluta: le faltaron menos de una decena de votos. El BNG obtuvo el 40%, lo que habría llevado quizá a una doble vuelta. Otra curiosidad: su alcalde ahora es independiente, tras dejar la formación nacionalista.
Vigo es un caso muy singular. En 2011 el PP logró el 42,3 por ciento de los apoyos y mantuvo sus 13 concejales (uno menos que la mayoría), en tanto que el PSOE se quedó con el 34,4 pese a subir y llegar a 11 ediles a costa del BNG. La norma que estudia el PP plantea que el alcalde sería la lista más votada si logra más del 40 por ciento de los votos y una distancia de cinco puntos sobre la segunda candidatura. Cumple ambos preceptos, por lo que Corina Porro habría sido investida como alcaldesa. Haciendo política-ficción, el PP como lista más votada también habría ganado la Alcaldía en 2003 -como finalmente ocurrió más tarde al romperse la coalición- y en 1991, 1999 y 2007, cuando se quedó a 200 votos de la mayoría absoluta. No obstante, se trata de una propuesta todavía por ajustar y su aprobación conllevaría con seguridad la formación de coaliciones que alterarían el panorama. n
