Las temperaturas se suavizaron durante la jornada de ayer, tras alcanzar el sábado la máxima del año
El calor remite después de unos días asfixiantes. La situación, provocada por una masa de aire muy cálido, procedente del norte de África, se suavizó ayer, domingo, gracias a las brisas costeras y a la entrada de un banco de niebla en la Ría que, no obstante, no desanimó a los vigueses y visitantes de visitar las playas.
Así, se registraron unas temperaturas más propias de esta época, con una máxima de 26 grados y un mínima de 18. Para mañana, según las predicciones de Meteogalicia, se aguarda un ligero descenso de un grado, tanto en las máximas como en las mínimas.
El sábado se llegó a los 35 grados, la temperatura más alta registrada en todo el año. Este descenso de las temperaturas llevó a la Xunta a desactivar ayer las alertas coincidiendo además con la entrada de la niebla en la ría. El récord en Vigo se situaba en los 33,3 grados de temperatura a principios de mes, finalizando la segunda ola de calor (la primera fue en abril, cuando se rozaron los 29). Aún así se quedó a varios grados de su máxima histórica, registrada el siete de julio del año 2013. La estación de Peinador llegó a marcar los 39,7 grados dejando atrás su récord histórico que había estado situado durante más de medio siglo en aquel 31 de julio del 44, con 39 grados. Las previsiones que vaticinaban que el verano de 2017 podría ser el más caluroso en años podrían cumplirse si bien se espera que hoy comience a retirarse la masa de aire africano responsable del calor.