la fiesta local

Napoleón consigue invadir Vigo, otra vez

Momento en que las tropas de Napoleón, comandadas por Chalot, entran y toman la plaza de Vigo entre los                                            abucheos de los vigueses.
photo_camera Momento en que las tropas de Napoleón, comandadas por Chalot, entran y toman la plaza de Vigo entre los abucheos de los vigueses.

La destitución del alcalde abrió ayer oficialmente los actos de la Reconquista, que culminará el próximo fin de semana

Vigo vuelve a estar tomada por las tropas francesas de Napoleón, tal como ocurrió hace ahora 210 años. La destitución del alcalde, José Antonio Alonso Cayro, y buena parte de su corporación, acusada afrancesada y de abrazar las ideas de la Ilustración, no ha impedido que la plaza fuese tomada por el invasor, ayudada por la negativa del nuevo gobernador militar de la plaza, Juan de Villavicencio, por temor a un derramamiento de sangre y pese a las promesas del nuevo regidor, Vázquez Varela, de “lograr a paz e a tranquilidade pública” en la villa.

Todo esto ocurría ayer. Más bien, fue representado ayer, en la primera de las jornadas dedicadas a la Reconquista, que vivirá sus días álgidos el próximo fin de semana con el mercado y las recreaciones históricas por todo el Casco Vello.
Este sábado se estrenaba este preludio, una aspiración a prolongar esta fiesta que rondaba entre los vecinos pero que hasta ahora no se había materializado por falta de presupuesto. “Aproveitamos que se cumpren 25 años desta festa para facela así un poco máis chamativa”, señalaba a este diario José Fumega, tesorero de la Asociación Veciñal do Casco Vello y que daba vida a uno de los regidores (el equivalente actual a concejal).
Lo cierto es que, debido a la novedad, esta primera edición de la toma de Vigo contó con una asistencia discreta de público, que apenas llenó la plaza de O Berbés, donde se dieron cita vecinos, cicloturistas despistados y hasta una joven vestida de novia seguida de sus amigas, en lo que bien podría ser un acto de inocentada o una despedida de soltera. Faltaba, además, el olor a choripán, solo paliado en parte por un puesto de filloas.

premio a los precursores
Los que no faltaron a la cita fueron el alcalde de Vigo —el actual—, Abel Caballero, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, concejales del grupo de gobierno local —también el actual— y el delegado de Zona Franca, David Regades.
Esta primera jornada de Reconquista sirvió para rendir homenaje a los precursores de esta fiesta de recreación histórica: ocho vecinos que iniciaron estas representaciones y que siguen participando activamente en ellas, ya sea como actores —este año dirigidos por Teatro de Ningures— ya trabajando en los decorados y vestuario. Son Fátima González Pinto, José Manuel Daveiga Miranda, Xosé Lois Guitiérrez Pais, Fátima Suárez Álvarez, Dolores Hernández Iglesias “Loli”, Antón Bouzas (que este año retoma el papel de Chalot), Victoria Gutierrez Pais, Fiz Axeitos y Leo Alonso Pardevila, este último ausente en el acto de ayer. Con su esfuerzo, como se resaltó ayer, lograron consolidar una fiesta que ya aspira a ser declarada de Interés Turístico Nacional.
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, recordó que esta celebración supone un tiempo para “reconquistar a rebeldía de Vigo” y para seguir luchando por los valores que forjaron a esta ciudad de lealtad y libertad y que conforman también “os valores do Vigo do futuro”. Una identidad que se refleja en la capacidad de ser un pueblo que “sabe a onde quere ir”.

la representación
Tras el homenaje, dio comienzo la representación, en la que participaron los personajes de Alonso Cayro, Vázquez Varela, el abad de Valladares, Villavicencio, el noble Joaquín Tenreiro, dos regidores afrancesados y uno adepto del régimen del rey felón Fernando VII, Chalot y el pueblo, representado en dos viguesas y un vigués que al grito de “¡Defensa!” animaban a evitar la entrada del francés.
La destitución de Alonso Cayro fue digna de un capítulo actual de la política española entre constitucionalistas e 'indepes' catalanes, ya que no faltaron los llamamientos a defender la carta otorgada, o constitución, promulgada por el rey José Bonaparte y las acusaciones de rebelión y traición.
Ya con Vázquez Varela como alcalde, que en su presentación no dudó en afirmar que “Vigo é unha cidade fermosa”, como lo hace su homólogo de 210 años después, aunque entonces esta era todavía una villa —su declaración como ciudad sería otorgada meses más tarde— y consumada la toma de la plaza, se declaró a Vigo en “pé de festa” con una foliada en la plaza de O Berbés, a la espera de la auténtica invasión y reconquista del próximo fin de semana. n

Te puede interesar