Isabel Villanueva (Pamplona, 1988) es la solista invitada para tocar con la Orquesta Vigo 430 mañana en el concierto en el teatro García Barbón. Ganadora de los principales certámenes internacionales, llega desde Ginebra, para tocar una viola Enrico Catenar de 1670.
¿Cómo se lleva tener que emigrar para conseguir mayor proyección internacional?
Para mí es una necesidad inspiradora estar inmersa en la escena cultural internacional: nuevos enfoques, nuevas formas, relaciones entre músicos y orquestas internacionales; todo esto lleva a un gran enriquecimiento humano que desde mi punto de vista es imprescindible para el desarrollo de cualquier artista, sobre todo cuando se tienen altas perspectivas. Llevo seis años fuera de España, primero en Londres y ahora en Ginebra, y sólo puedo decir que si no hubiese salido de España y no hubiese pasado todo los acontecimientos que me han surgido y que he buscado, ahora mismo no sería quien soy.
Pese a residir en el extranjero, mantiene colaboraciones con orquestas españolas. ¿Cuál es la valoración del panorama español?
No perder el contacto con mi país es fundamental. La música y los intérpretes españoles están más valorados fuera de nuestras fronteras que dentro.
En esta ocasión viene a tocar con la Vigo 430 y bajo la dirección de Gonzalo Berná, ¿Qué puede contar de este concierto?
Este concierto surgió después de mi colaboración a través de masterclasses en junio pasado a la Xove Vigo 430, preparando su concierto final de temporada. Todos quedamos encantados, yo por aportar mis conocimientos y sentir que ayudo a esta jovencísima generación, y ellos al ver cómo españoles que viven fuera podemos ayudarles e incentivarles a desarrollar la disciplina que conlleva estar en una orquesta y su amor por hacer música. Estoy muy contenta de trabajar con esta orquesta, porque siente una gran pasión por la música y por desarrollar un mejor entorno musical.
¿Qué repertorio va a interpretar?
Es el Concierto en re mayor del compositor alemán Franz Anton Hoffmeister, una obra de estilo clásico, galante. Es una pieza en la que me siento como si la viola fuese una cantante lírica, como si se fuera de una ópera de Mozart.n
