Harán su primer envío ya en diciembre y buscarán un punto de recogida en la ciudad
Las imágenes de familias sirias escapando de la guerra con lo puesto, con bebés en brazos y en condiciones lamentables, que todavía continúan produciéndose a día de hoy, conmovieron al mundo. En Vigo un grupo de mujeres seguía estas noticias “cada día más duras” y decidió hacer algo. “Llevábamos tiempo dándole vueltas, no sabíamos qué hacer y en internet encontramos una ONG, Asociación de Ayuda al Pueblo Sirio, que acababa de enviar mantas a los refugiados sirios porque está haciendo mucho frío. Nosotras no sabíamos calcetar, pero siempre hay una abuela o una tía que te puede enseñar”. Así cuenta la periodista Katu Martínez-Iturbe el origen de una iniciativa que nació a finales de octubre y que les llevó a reunirse todos los martes y viernes (de tres a siete de la tarde) en la cafetería Victoria's Bakery Shop, en la calle García Barbón 43. “Nos dejaron trabajar allí, juntamos mesas y ponemos diez o veinte sillas. Mucha gente ve el cartel y entra a preguntar, porque quieren ayudar, porque no son solo las muertes es que hay familias durmiendo en la calle”. Empezaron diez personas y actualmente son un centenar de mujeres que se reúnen en esta cafetería, en sus casas o incluso en una parroquia. Es también llamativa la implicación de mujeres mayores y no tan mayores que sabían calcetar y se convirtieron en maestras para las demás, una ocupación con la que no contaban y que les motiva.
El objetivo es realizar un primer envío para los refugiados sirios durante los primeros diez días de diciembre y para ellos tejen mantas (hacen pequeños cuadrados que luego se cosen), pero también gorros, bufandas, polos, ponchos y prendas para “llevarles un poco de calor en Navidad,aunque nosotras vamos a seguir después. Está hecho con mucho cariño y desinteresamente”. Seur es la empresa que llevará los paquetes a Madrid, desde donde se irá a Sevilla y de ahí a Siria. Ahora ya tienen tres voluntarias para catalogar y empaquetar. Pero han visto también la necesidad de contar con un punto de recogida, porque hay mucha gente que quiere donar cosas y no tienen donde almacenarlas. “Vamos a intentar conseguir un local porque si lo tuviéramos podríamos recoger cosas que necesitan los refugiados como material sanitario (sillas de ruedas, muletas, medicinas no), compresas y pañales, alimentos enlatados o juguetes.
