El presunto agresor, de 35 años, fue detenido tras avisar a emergencias de que había matado al marido de su ex novia
Un nuevo crimen violento sacudió ayer la comarca. A primera hora de la mañana, pasadas las nueve, un vecino de Ponte Caldelas, Manuel Rivas Muiños, de 39 años que regentaba una charcutería en Arcade, fallecía acuchillado en el domicilio de la calle México que compartía con su mujer, Sandra M.A. El presunto agresor, de 35 años, Marcos V.G., vecino de Xustáns (Ponte Caldelas) era detenido poco después por la Guardia Civil tras dar aviso él mismo a los servicios de emergencia.
Tras recibir la llamada, tanto los agentes como varias ambulancias acudieron a la vivienda, sin que pudiera hacer nada por salvar la vida de la víctima. El presunto agresor, que había salido de la vivienda tras dar el aviso fue detenido por la zona sobre las diez de la mañana.
Fuentes de la investigación señalaron que el arrestado acudió al domicilio de la pareja, donde se habría iniciado una fuerte discusión que derivó en el crimen violento. Marcos V.G. había mantenido hacía un tiempo una relación con la mujer de la víctima, en un periodo en el que ésta y su marido habían decidido separarse.
Sin embargo, las mismas fuentes señalan, que, recientemente la pareja había iniciado su reconciliación lo que habría sido el detonante del suceso. Marcos V.G continuaba al cierre de esta edición en los calabozos de la Guardia Civil, a la espera de pasar a disposición judicial, algo que podría suceder a lo largo de la jornada de hoy.
El detenido regenta una barbería en la calle Rosalía de Castro de Arcade, pegada a la tienda de embutidos de la víctima, Manuel, y en la que en ocasiones también trabajaba su mujer, enfermera aunque sin plaza fija que trabajó en Povisa.
El fallecido había puesto en conocimiento de sus familiares que había recibido amenazas por parte del presunto agresor.
Allegados del entorno aseguran que la ruptura con Sandra M.A., natural de A Laxe, en Fornelos de Montes, le había afectado mucho y que desde hacía un tiempo sufría problemas psicológicos al no haber asimilado el hecho de que ella hubiera vuelto con su marido.
Lo ocurrido sorprendió a los vecinos de Ponte Caldelas. “Estábamos desayunando en una cafetería y de pronto, la Guardia Civil nos pidió que no saliéramos. Estuvimos allí durante casi 45 minutos, sin saber qué es lo que había pasado”, comenta una testigo, que se mostró conmocionada tras conocer lo ocurrido.n
