El curso que acaba de comenzar permitirá hacer historia y revivir cómo se construyó la Universidad de Vigo y cómo cambió la vida de las personas. Al margen de esta celebración, el rector tiene ante sí nuevos retos, desde crear nuevas herramientas para retener talento hasta el nuevo plan de financiación autonómico o profundizar en la especialización de los campus.
La Universidad de Vigo cumple este curso su 25 aniversario y lo celebrará con distintos actos públicos. ¿Qué hacía Salustiano Mato en 1989?
Había ganado la plaza de profesor titular en la Universidad de Santiago y daba clase en Santiago y Ourense. Cuando se segregaron las universidades pedí el traslado a Vigo (en 1990). La mayoría de profesores querían ir a Santiago pero yo veía que era una oportunidad, era llegar a un lugar donde todo estaba por construir, no estabas en una pirámide en la que no sabías si la energía que ibas a gastar te iba a llevar a otro laberinto, aquí todo el trabajo era al aire libre, pensé en eso y me uní a esa voluntad de los pioneros.
¿Cómo explica el rápido crecimiento de la Universidad?
A mucha gente le llama la atención, eso es lo que explicaremos este año. Hubo actores muy importantes desde Luis Espada que arrancó en condiciones muy precarias pero con una gran energía. Poco a poco se fue creando un modelo de universidad innovadora, siempre fuimos muy atrevidos y rompedores, creo que somos muy Vigo, esta universidad cogió mucho del ADN de la ciudad y tira adelante aunque no ayude nadie.
Con el curso recién iniciado, ¿qué diría a los alumnos?
La Universidad va a ser sin duda una de las mejores etapas de su vida, lo recordarán siempre, por tanto les diría que lo disfruten, que se empapen, que vivan el presente, carpe diem más que nunca, y que no se dejen abatir por ningún tipo de adversidad.
En la apertura oficial del curso alertó de la fuga sistemática de cerebros por los límites para contratar personal que impuso Hacienda, ¿cuál es la situación?
Lo dije cuando salió la ley en 2012: para mí es la medida más dura y letal para las universidades, estamos perdiendo el futuro. No somos organismos de la Administración Pública que contratan en función del número de trámites y expedientes, aquí lo fundamental es captar y retener talento. La metodología del Ministerio de Hacienda es injusta porque no se autoriza a sacar plazas a instituciones que están saneadas, es un país que no es capaz de hacer esa discriminación positiva. Alemania lo haría.
Esta dificultad para retener talento ¿influyó en nuestra salida del ránking Shanghai?
Estamos en el puesto 516, salimos por poco, porque otros crecieron y porque cambió la forma de medir, pero nosotros estamos bien en todos los ránkings, algunos nos ven como un milagro. Tenemos muy buena gente y podemos mantener el tipo, pero el tiempo pasa y nos jugamos el futuro. Esta medida era transitoria, pero la economía está cambiando y siguen sin cambiarlo. Si no somos capaces de convencer a Hacienda tendremos que buscar una solución.
¿Ya empezaron a negociar el nuevo plan de financiación universitaria con la Xunta?
Los vicerrectores están empezando a reunirse y fijarán un calendario. Lo más importante es que el presidente dijo que se repartirán los recursos en función de objetivos y resultados, que es lo que la sociedad nos demanda.
¿Teme que se rompa el consenso por la difícil situación económica de Santiago?
Nunca hubo consenso. Los anteriores rectores de Santiago no apostaron por la financiación por resultados, no sé cuál será ahora la postura. Creo que Coruña estará más cerca siempre que se respeten los fondos estructurales y Santiago debería dado que es la universidad más consolidada y con más gente de Galicia, tiene potencial para tener más resultados que nadie.
¿En qué quedó aquella propuesta de la Xunta de fusionar carreras en Galicia?
Fue un debate un poco artificial, se dio un paso atrás porque primero hay que definir cómo se haría. Se estaba hablando de optimizar el sistema y nosotros nos adelantamos al resto de España con el decreto de titulaciones, pero si queremos dar un paso más tenemos que resolver muchas cosas antes. Ahora mismo no es posible la movilidad entre universidades y es difícil entre campus, y hay cosas que hablar. El decreto planteaba eliminar títulos duplicados que no tengan alumnos, otra cosa es discutir títulos que están duplicados y que tienen mucha demanda social, que están llenos. Nuestra misión es facilitar el acceso de los ciudadanos. Tiene que haber razones muy poderosas, de carácter económico o académico, pero es difícil que las haya.
Cuando se abra el mapa de titulaciones, ¿tienen claro cuáles van a solicitar?
Lo vamos a discutir internamente, en los órganos de gobierno y en los centros y facultades, pero lo tenemos claro y hemos estudiado las posibilidades que hay con los recursos que tenemos. Estudiamos la oferta de títulos que hay en España y en Galicia, y haremos propuestas que encajen en la especialización de nuestros campus.
Pidió a la Xunta más becas, ¿sabe si hay alumnos que se quedan fuera por falta de recursos?
Que sepamos no, pero es difícil que lo sepamos. La Universidad de Vigo ya está dando seis plazos para el pago de la matrícula, pero en esta situación siempre tienes la sensación de que hay un porcentaje de la población que si las cosas están difíciles no da el paso, por eso hay que ser más ambiciosos.
El Consorcio del Casco Vello les cederá tres edificios para crear una sede en el Berbés. ¿Qué supone y cómo se pagarán las obras?
Uno de nuestros objetivos era sumergirnos en la ciudad y tener una sede institucional será una piedra de toque. Lo propusimos hace cuatro años. Tuvimos buena acogida del Consorcio y de la Consellería de Infraestructuras, también estamos agradecidos al alcalde y a los grupos políticos que apoyaron esto. Vamos a cuantificar la inversión y a discutirlo en los órganos de gobierno, pero el objetivo es conseguir recursos específicos.
¿El Campus do Mar tiene fecha de caducidad?
El problema de los campus de excelencia internacional es que fue un proceso iniciado por un Gobierno y el actual parecía que lo iba a suspender, luego lo reconsideró y estuvo evaluando los programas, no abrieron convocatorias nuevas. Los primeros acaban en 2015 y estamos esperando a ver cuál es la política, pero independientemente de lo que hagan, para nosotros es un proyecto real, haremos un plan de futuro y caminaremos apoyados o no por el Estado.
¿Para cuando la ETEA?
El gran problema de este país es que si no vemos un edificio parece que no hay nada hecho, es horroroso. Hicimos muchísimas cosas en el Campus do Mar, movilizamos a miles de personas en múltiples actividades, se consiguieron muchos recursos y se hizo todo sin el edificio. Para nosotros era un elemento de valor añadido tener una sede corporativa, la ETEA era también imagen de marca y relanzaría el barrio de Teis, pero hay un problema para la cesión de los terrenos difícil de resolver, intentamos tres o cuatro soluciones que no salieron. No renunciamos.
¿Qué es Vigotecnológico?
Es la apuesta de especialización del Campus de Vigo concentrado en cuatro áreas: las TIC que ya está muy consolidada con la Escuela de Teleco, Atlantic y Gradiant; la ingeniería aeroespacial, que ya está en una etapa más aplicativa y puede dar lugar a instrumentos que incidan en el tejido productivo; la investigación industrial, donde ya tenemos un potencial tremendo como se ve en indicadores de contratos con empresas, generación de empleo y spin off; y la cuarta pata es la bioingeniería y la biomedicina, que funciona hace tiempo y permitió dinamizar la investigación en los hospitales. n
