PILAR EYRE Periodista, presentó su novela “Carmen la Rebelde”

“Si la Moragas hubiera querido, el futuro de la monarquía española habría sido distinto”

Pilar Eyre estuvo esta semana de gira por Galicia con su novela
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nnn  La periodista Pilar Eyre (Barcelona, 1951) regresó a estas tierras para presentar su nueva novela “Carmen la Rebelde”, donde descubre el personaje de La Moragas.

Artista, republicana, feminista, fue amante de Alfonso XIII durante ocho años y la madre de Leandro de Borbón, pero la historia la condenó al olvido. Finalista del Premio Planeta en 2014, suma un título más a las publicaciones que dedica a la familia real, pero también a las sagas más importantes de la sociedad española y a sus propias vivencias. En plena gira de promoción por Galicia, Eyre introdujo a los lectores de Atlántico en su nueva obra.

¿Qué le enganchó de  Moragas para dedicarle toda una novela?
La verdad es que no me atraía mucho en un principio. Tenía una visión sesgada a través de su hijo y no sabía muy bien qué es lo que había hecho. Llegué a ella investigando las amantes de Alfonso XIII, me llamó la atención una mujer que había conseguido mantener durante ocho años la atención de un rey tan caprichoso, con el que tuvo hijos y compartió un amor intenso y potente. Fue un gran personaje que en su época, se divorció, habló sin tapujos del maltrato, fue amante de un rey siendo republicana y se casó con un torero siendo antitaurina. Sin saberlo fue feminista, encabezó una revuelta en su juventud y lideró el primer grupo de mujeres que asistió a un entierro en Madrid. Quemó su corsé a comienzos del siglo XX, se cortó el pelo y conducía su propio coche. Cuando se lo planteé a los editores se entusiasmaron.

Además de la relación sentimental, ¿su cercanía al rey condicionó la historia de España?
Hay mucha leyenda. Sobre todo fueron amigos. Ella siempre definió lo suyo con Alfonso XIII como un vínculo de amor, deseo, vicio y amistad. Lo cierto es que si hubiera querido y hubiera aceptado la propuesta que le hizo el rey, el futuro de la monarquía española habría sido distinto, es posible que ni siquiera existiese Felipe VI.

¿Realmente Alfonso XIII tuvo tanta descendencia?
En aquella época se consideraba que los reyes debían tener hijos antes de casarse, porque si después no tenía descendencia, el problema de fertilidad tenía que ser de la mujer. Era un hombre de un gran apetito sexual. A partir de su primera relación, a los 14 años, con una hermana del Duque de Alba, tuvo múltiples amantes. Hasta tuvo una hija de la misma edad que su primogénito, lo que quiere decir que no descansó ni siquiera en la luna de miel, para sufrimiento de la reina. Victoria Eugenia traía primas feas de Inglaterra para establecer un cordón de seguridad y contar con damas de confianza, pero hasta se acostaba con ellas.

Aborda temas muy sensibles, ¿cómo reaccionaron sus descendientes?
Yo era muy amiga de su hijo, Leandro de Borbón. Estaba convencido de que Alfonso XIII era su padre. Algún programa de televisión intentó enfrentarme con sus hijas, pero no tienen nada en contra. En la novela planteo la duda sobre esta paternidad de Alfonso XIII, pero solo es una hipótesis mía, que ya no tiene efectos jurídicos. Lo cierto es que la única queja por parte de las hijas de Leandro fue que escribiese la novela sin consultarles.

Las páginas están llenas de personajes históricos (Valle Inclán, Galdós) y de hechos documentados. ¿Resultó muy complicado el proceso de investigación y el acceso a las fuentes?
Fue mucho más fácil de lo que esperaba. Me di cuenta de lo famosa que era. Salía en todas las revistas y en los periódicos de una época muy rica en medios escritos. Los artículos hablaban de sus hazañas, de su trabajo, del proceso de divorcio con el torero. Fue una mujer con una vida muy complicada. Lo difícil fue reflejar esta variedad. Me interesaba reflejar el mundo del teatro, que es mi tercer protagonista. Entonces lo era todo, tenía una gran importancia social y estaba plagado de sagas que aún continúan hoy en día sobre el escenario.

Queda demostrado que en su novela hay mucha realidad, ¿pero cuanto tiene de ficción?
Muchos. Con toda esa documentación, yo elaboré una novela. Nunca pretendí escribir un libro de historia, quiero que la trama apasione y que a los lectores les interese saber de esta mujer.

Y una vez más toca el entorno íntimo de la familia real. Ya es como la cronista no oficial.
¡Por algo será que el Rey emérito me llama la mosca cojonera! Lo cierto es que la familia real da para mucho: hay tragedia al estilo de Shakespeare, infidelidades, humor, figuras muy interesantes e influyentes. Pero realmente lo que me gusta a mí es investigar en esa constelación y descubrir personajes hasta ahora desconocidos como Victoria Eugenia, que hasta que publiqué mi novela nadie sabía que la llamaban ENA, ni la vida desgraciada que llevó, un poco como Doña Sofía.

¿Tiene en mente su siguiente aventura literaria?
Ahora estoy centrada en la promoción de “Carmen la Rebelde” que acabará en junio, en la Feria del Libro de Madrid. Pero no puedo evitar que la cabeza esté en constante ebullición, a punto de desbordar, dándole vueltas a la nueva idea que tengo en mente. Ya se está formando el magma y casi seguro, cuando acabe la promoción me sentaré a escribir.

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