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Montero Ríos se 'desborda' pese a la norma antibotellón

Las Avenidas, arriba. Abajo, "dinos", víctimas de la noche.
photo_camera Las Avenidas, arriba. Abajo, "dinos", víctimas de la noche.

El Puerto apela a las policías local y nacional para tratar de controlar las Avenidas

La norma “antibotellón” ya está en vigor en la jurisdicción de la Autoridad Portuaria, que incluye entre otros ámbitos Laxe, Náutico y las Avenidas. Sin embargo, este fin de semana ha quedado claro que  su eficacia ha resultado prácticamente nula, al menos en el entorno de Montero Ríos. La escena de la noche de Carnaval del viernes al sábado ha sido la de ocupación total de los jardines, como en verano, quedando como resultado restos de botellas, basura y destrozos, entre ellos en las figuras de los dinosaurios instaladas en Navidad y que todavía allí siguen como testigos de la moda “jurásica” que se ha extendido por la ciudad también en Carnaval. 
“La norma está en marcha, pero nosotros no podemos ejercer de Policía de verdad, eso es la Policía Local o la Policía Nacional, vamos a tener que pedir ayuda”, reconocía ayer el presidente del Puerto, Enrique López Veiga. 
Aunque la Autoridad Portuaria cuenta con su propio cuerpo policial, dispone de escasas patrullas y se centra sobre todo en la vigilancia en los muelles y terminales. En principio, habría un acuerdo con el Concello para que pudiera actuar la Policía Local, pero al menos estos días no se ha producido. Hace unas semanas, López Veiga indicaba que la Policía Portuaria sería la encargada de vigilar que los locales del entorno no permitan vender alcohol para su consumo fuera del establecimiento y que estos se exponen, en caso de no acatar la norma, a sanciones de 60.000 euros; y que también "invitará" a los particulares que estén bebiendo fuera a abandonar esas zonas. "Si el tema se desborda, están facultados para avisar a los Cuerpos de Seguridad del Estado", apuntaba entonces López Veiga. Y es lo que ha sucedido.
El Puerto sí ha conseguido acabar con el “botellón” en otras zonas que habían sido ocupadas en el pasado, en especial la plaza de la Estrella, que llegó a ser la más concurrida, y también en las proximidades de la Estación Marítima y A Laxe, donde se había impuesto la bebida en la calle, lo que dejaba una mala imagen cuando se producía la llegada de cruceristas y turistas, que se concentran en la zona. 
El presidente del Puerto indicó al anunciar la puesta en marcha de la norma "antibotellón" que se iba a hacer respetar la prohibición, recordado que esa práctica supone un problema de limpieza viaria, de mala imagen ante los cruceristas, de quejas por parte de trabajadores de oficinas y usuarios del Puerto, e incluso un problema de seguridad. "El Puerto es una zona con normas de seguridad muy severas, no se puede permitir, por ejemplo, la invasión de un lugar como la Estación Marítima", afirmó. 

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