JOSÉ M. RODRÍGUEZ LAGO

“En Montecastelo se nota la ilusión en los pasillos, damos nuevas formas de aprender”

José Manuel Rodríguez Lago, en su despacho del colegio.
photo_camera José Manuel Rodríguez Lago, en su despacho del colegio.

 Los colegios de Fomentos de Centros de Enseñanza, Las Acacias y Montecastelo, celebran este curso sus 50 años de historia.


¿Qué supone el premio?
Es una satisfacción, un privilegio, un honor y un disfrute a la vez, y es una manera de reconocer estos 50 años de trabajar por la educación en Vigo, por un proyecto que apuesta por la educación personalizada, que reconoce que cada alumno es único y que se sustenta en la implicación de los padres.


Un grupo político lo critica alegando que segregan por sexos.
Nosotros no segregamos ni discriminamos a nadie, si fuera así yo no me dedicaría a la educación y cerraría el colegio. Somos centros de educación diferenciada, que damos la misma formación y las mismas oprtunidades. Nuestros resultados están ahí. No tenemos fracaso escolar. Todos nuesros alumnos terminan la Secundaria Obligatoria, el 75% con notas altas, y en Bachillerato hace años que presentamos al 100%. Otro dato interesante es que en las carreras de ciencias (STEM) sigue habiendo una brecha de género en España, pero nuestras alumnas están cogiendo más carreras de ciencias que en otros colegios. Lo que hacemos es contribuir a la igualdad. Y no estamos en contra de nada, me parece tan bien la coeducación como la educación diferenciada si se hacen bien.


¿En que se basa el proyecto?
La base de nuestro proyecto es la atención personalizada a nuestros alumnos, saber que cada alumno es único, que tiene un tutor personal que habla como mínimo 11 veces al año con el alumno y 4 veces como mínimo con las familias y que está acompañando a los alumnos para descubrir cuáles son sus capacidades, sus competencias, sus cualidades y en qué cosas tienen que mejorar para ayudarles a afrontar sus fracasos.


¿Qué destacaría del acto del 50 aniversario que ya celebraron?
Fue muy emocionante. Fue un acto en el que queríamos mostrar a dos colegios que ya tienen 50 años de historia pero sobre todo dos colegios con proyección de futuro, que innovan, con unos profesores comprometidos e incondicionales que además de dar clase y hacer tutorías personales se lanzan a todo tipo de proyectos desde el concurso de robótica al taller de química avanzada. Es un colegio muy vivo en el que se palpa la ilusión en los pasillos. Estoy muy orgulloso de los profesores y de todo el personal, desde la secretaría al mantenimiento o la cocina, es un equipo que trabaja en beneficio de las familias y de los alumnos. En el acto nos sentimos muy acompañados por las autoridades, había un abanico político muy variado.


¿Sigue vigente el modelo educativo de los orígenes?
La esencia sigue viva: la atención personalizada a cada alumno y la implicación de las familias. Peor no se puede enseñar hoy igual que hace no ya 50, sino 15 años. Vamos al ritmo de los cambios que se producen, tenemos que introducir las tecnologías de la información en el aula, buscar nuevas maneras de aprender, enseñar comptencias fuera del aula pero dentro del horario como química avanzada, física avanzada, robótica, economía, radio y televisión para que los alumnos pongan en práctica competencias en lengua, matemáticas o ciencias y aprendan a trabajar en equipo y relacionarse con los demás, para que aprendan a descrubir lo que les gusta. 
 

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