Mine Kawakami, considerada como una virtuosa del piano a nivel internacional, ofrecerá un concierto mañana en el teatro García Barbón dentro del programa del Congreso Internacional de la Camelia. Ayer, abrió en Pontevedra su gira por Galicia. Mientras disfrutaba de la tarde en una plaza de la ciudad, habló con Atlántico sobre su próximo recital.
Le espera un fin de semana cargado de compromisos y con los teatros llenos.
Me dieron la noticia de que no quedaban entradas hoy (por ayer) cuando llegué. Me alegro muchísimo. Fue una sorpresa. Toqué en Pontevedra durante el Xacobeo y supongo que me recordarán.
El repertorio elegido para esta noche es la “Sonata samurai”, una composición muy especial.
La compuse en 2013 para celebrar el año dual entre Japón y España. Se estrenó el 11 de junio en el Teatro Real con la asistencia de los príncipes herederos de ambos países. Tiene cuatro partes diferenciadas que corresponden a cuatro países: la primera es la costa japonesa desde donde hace 400 años partieron los samurais; la segunda es México donde fundaron pueblos; la tercera, España, y la cuarta, el camino interior que hicieron estos guerreros.
Califica esta música de visual, ¿en qué sentido?
Busco que cerrando los ojos, sin palabras, el público pueda trasladarse a través de la música y viajar en el tiempo, sentir la luz, la tormenta, el efecto del mar. Además, y con motivo del Congreso Internacional de las Camelias, me gustaría incluir en el repertorio una improvisación inspirada en esta flor que es muy importante en Japón, esencial en nuestra cultura.
¿Cómo logra dar ese cromatismo a sus composiciones de piano?
Prefiero considerarme intérprete a compositora. Mi formación es clásica, pero dado mi origen, tengo influencias orientales en mi forma de tocar, en la expresión de pausas y los ritmos con un sonido muy japonés. Mi sueño es lograr que el piano suene bien y sacarle su máxima capacidad. Quiero que con la música el público pueda identificar claramente de lo que se trata.
Sus conciertos se caracterizan por dirigirse directamente al público, ¿le gusta romper el hielo?
Para mí es fundamental que mis conciertos no aburran. Muchas veces la música es complicada de entender, por lo que quiero indicar al espectador dónde estamos y el motivo que me lleva a tocar como lo hago.n
