verano

Miguel Bosé, un seductor en Castrelos

Bajo la ovación del público, Miguel Bosé salió al escenario, de negro, y flaqueado por una banda de músicos y coristas.
photo_camera Bajo la ovación del público, Miguel Bosé salió al escenario, de negro, y flaqueado por una banda de músicos y coristas.

Con todas las entradas vendidas, el cantante congregó a miles de personas con las que  celebró 40 años de carrera

 La noche empezó con una felicitación a todos los vigueses por el Día de Galicia. Fue el alcalde Abel Caballero quien se encargó de hacerlo y de arrancar los primeros aplausos de la noche para “el mejor”, Miguel Bosé, no sin antes recordar que “siempre habrá conciertos para toda la ciudad en Castrelos”.
 Y salió él, con “Sereno”,  un tema que aprovechó para  saludar a Vigo en gallego, “boas noites”.  Y al finalizar recordó que le costó 17 años volver a Vigo . La locura se desató al felicitar el Día de Galicia  y recordar que al mismo tiempo celebraba sus 40 años de carrera. “Agarraos las manos que empezamos” dijo a unos 30.000 espectadores.  “Nena”, “Duende” o “Aire soy” , éxitos ya clásicos del cantante  fueron los primeros en sonar. Nada nuevo y quizás ahí está el secreto de su triunfo en Vigo. Ante un público con ganas de pasarlo bien, bailar y poder corear canciones conocidas, el cantante, una vez más se convirtió en un seductor. Aunque también mostró su faceta más comprometida con “Nada particular”. Uno de los temas más esperados, “Amiga”, fue seguido por el público con especial emoción al deducir que estaba dedicado a Bimba, su sobrina fallecida.
De negro riguroso y sus ojos rasgados también con lápiz negro, su figura contrastaba con todo el espectáculo de luces que lo rodeaban. Con pelo blanco y barba rebajada, pese al paso de los años, demostró el dicho ‘quien tuvo, retuvo’. Así, cambió el ritmo con una mezcla con hits eternos como “Morir de amor”, “Creo en ti”, “Linda”, “Superman”, “Diablo” y “La chula”.
Respaldado por toda una banda de músicos y de coristas, a los que presentó uno a uno, lanzó miradas, sonrisas y guiños a un público que cautivó desde el primer compás. Fue ovacionado  tanto en su versión más gamberra en “Como un lobo” o “Morena mía”, pero también en la más serena y comprometida al entonar “Estaré”, canción de su nuevo trabajo dedicada a sus hijos. No faltó “Sevilla”, que fue aplaudida nada más sonar.  Tras el primer adiós volvió con un bis con temas que no podían faltar como “Bambú”, “Bandido” o “Solo si”. El broche definitivo lo dio con “Te amaré” en versión acústica, la canción que presentó como “la más bonita del mundo”. 

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