Los trabajos se desarrollaron ayer
con normalidad tras varias jornadas de tiempo inestable, con niebla y lluvia
La llegada del anticiclón permitió ayer que los escaladores que trabajan en la inspección de los tirantes de Rande pudiesen realizar con normalidad los trabajos que se prolongarán durante las próximas semanas y que convertirán en habitual la imagen de personas sobre lo alto del puente. Según señalaron fuentes de la empresa, el mal tiempo de las últimas jornadas no supuso un retraso en las previsiones ya que, como en cualquier otro tipo de obra exterior, se aprovechó para realizar otro tipo de tareas.
Ayer, no obstante, ya fue posible que el equipo de alpinistas pudiese descolgarse con tranquilidad por los cables del puente para recoger los datos que permitirán posteriormente realizar un detallado informe sobre la situación real y actual de los tirantes de esta infraestructura.
La inspección durará un mínimo de dos meses y un máximo de cuatro y las mismas fuentes señalaron ayer que todavía es pronto para pronosticar cuáles serán los plazos concretos de esta fase previa de los trabajos de ampliación del puente. Con esta actuación, la concesionaria Audasa pretende garantizar al menos por cien años la vida útil del puente, tanto en su parte antigua como en la de nueva construcción.n
