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Médicos sin Fronteras enseña en Vigo el rostro de los refugiados

La exposición de Porta do Sol es el plato fuerte de la campaña.
photo_camera La exposición de Porta do Sol es el plato fuerte de la campaña.

Vídeos de realidad virtual entrarán de lleno en Siria y en las penalidades de los que huyen

Los vigueses tienen la oportunidad de asomarse desde ayer y hasta el domingo a la cruda realidad de los sirios que huyen de la guerra, que viajan por mar en pésimas condiciones y que recorren a pie el camino a Europa con niños pequeños, abuelos en silla de ruedas y unas pocas bolsas vigilados por fuerzas de seguridad. Casi los podrán tocar y ellos les mirarán a la cara con toda su tristeza, desesperación y miedo. Podríamos ser nosotros. Esa es la sensación que queda después de ver uno de los vídeos de realidad virtual (con cámaras de 360 grados)  que muestra Médicos sin Fronteras en unas carpas en la Porta do Sol. Vigo es la única ciudad de Galicia que acoge la exposición, entre otras cosas porque es donde tienen más socios y colaboradores (unos 4.000 de los 23.000 que hay en Galicia), y en total pasarán por seis localidades españolas. La organización trae también la dramática situación de Sudan del Sur, que lleva dos años de guerra civil y de la que nadie sabe nada porque ni sale en los medios de comunicación ni está en la agenda de los políticos pero allí viven personas que “se levantan cada mañana con el único propósito de salvar su vida”, como asegura la enfermera lucense del 061, Mónica Álvarez, que trabajó en la zona.
La campaña “Seguir con vida” explica cómo sobreviven los civiles a la guerra y llega a Vigo con distintas actividades hasta el 14 de mayo.
 Además de la inmersión visual y la visita guiada en las carpas de Porta do Sol, que simulan un hospital de MSF,  habrá charlas, cuentacuentos, lecturas dramatizadas en colaboración con la Escuela de Arte Dramático, mesas redondas y un concierto solidario en la Sala Radar el día 14 de mayo (este último es el único de pago). Cuentan con el apoyo del Concello de Vigo, Afundación, la Barrié y la ESAD.
La delegada de Médicos Sin Fronteras en Galicia, María Díaz, invitó a los ciudadanos a ponerse en la piel de los que huyen de la guerra y luchan por su supervivencia. 
La enfermera Mónica Álvarez relató su experiencia en los Balcanes , donde atienden muchas infecciones respiratorias de niños que se mojan, que no tienen acceso a una comida caliente ni una cama donde dormir y donde encuentran sirios, afganos iraquíes eritreos, somalíes,  y también en Sudán del Sur, donde tratan las enfermedades típicas de estas zonas.
El presidente de Médicos sin Fronteras en España, José Antonio Bastos, destacó que la organización ofrece asistencia sanitaria a las víctimas de conflictos y crisis, pero también tiene vocación de dar testimonio de lo que sucede  al mundo, muchas veces en sitios  que no salen en los medios ni está en la agenda política y que están completamente olvidados. 
José Antonio Bastos ofrecerá esta tarde una conferencia ofrecerá esta tarde (20:00 horas, Afundación) una charla con el periodista Xabier Fortes. Se puede reservar entrada en el 900 373 295 o en la web  www.msf.es/vigo.


JOSÉ A. BASTOS

Presidente de MSF en España

“Los bombardeos a hospitales vienen de países occidentales. Es una atrocidad”

José Antonio Bastos, a la izquierda en la foto.

José Antonio Bastos, a la izquierda en la foto.

La coalición liderada por Arabia Saudí, en la que participan Inglaterra, EEUU y Francia, bombardeó en octubre pasado un hospital de Médicos Sin Fronteras en Afganistán con 43 muertos.  En  abril aviones de origen desconocido (se supone que del régimen de Al Asad) bombardearon otro hospital de esta organización en Alepo (Siria) con 50 muertos, entre ellos el último pediatra de la zona.
¿Por qué atacan hospitales? ¿Quién lo hace?
En nuestra historia hemos tenido de vez en cuando incidentes de seguridad, robos, violencia entre comunidades que se replican dentro del hospital, y estos ataques venían de una gama diversa de agresores (milicias locales, ladrones comunes, grupos radicales y a veces estados). Lo que ha cambiado completamente desde finales del año pasado es que no estamos hablando de talibanes ni del Estado Islámico, nos han bombardeado el ejército norteamericano, el ejército sirio, probablemente la aviación rusa y la coalición liderada por Arabia Saudí. ¿El por qué? Es difícil ponerse en la mente psicopática de alguien que decide asesinar a médicos trabajando y a niños enfermos en camas. El nivel de atrocidad es inimaginable.  Quizá tenga que ver con la obsesión  de los países occidentales con la seguridad y la lucha antiterrorista, es una prioridad tan absoluta que se está empezando a llevar por delante cosas muy básicas de la convivencia humana mínima. Personalmente creo que se pretende responder a la brutalidad con más brutalidad.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó esta semana una resolución para recordar la obligación internacional de proteger los hospitales en zonas de guerra. ¿Servirá para algo?
Esperemos que inicie el proceso de contestar seriamente estos acontecimientos , para reafirmar el derecho de las personas a recibir asistencia médica (sean civiles, combatientes o criminales) y el carácter no beligerante de estas organizaciones, y para que se abra una investigación independiente. No la hemos tenido en Afganistán, donde la hizo el mismo que perpetró la agresión con conclusiones poco fiables y sanciones administrativas muy pequeñas.
¿Son crímenes de guerra?
No buscamos justicia por una razón pragmática: si nos implicamos directamente en la persecución criminal de instituciones vamos a tener problemas para acceder a lugares donde nos permiten asistir a víctimas de guerra. Queremos más bien una rendición de cuentas, saber por qué sucedió y quién tomó la decisión para ver si podemos seguir allí.
¿Estos ataques reducen el número de voluntarios?
No.  Nos anima a alzar la voz con indignación para exigir que no se repita y a buscar nuevas formas de llevar la asistencia . Desde que empezó la guerra siria hemos tenido más voluntarios. Nosotros tenemos gestión de seguridad donde trabajamos. Están bombardeando muchos más hospitales, no solo los nuestros.  Impresiona mucho el grado de compromiso y heroicidad de nuestros colegas sirios que siguen en su país para dar asistencia más urgente. Lo están pagando con la vida. Nosotros volvemos a casa con nuestra familia.
 

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