El Consorcio Zona Franca destaca que el nuevo polígono empresarial nacerá con firmas ya interesadas en instalarse en un parque "con vocación de terciario" y por tanto preparado de forma preferente para la llegada de grandes firmas comerciales. Entre ellas estaría Ikea, que en varias ocasiones ha mantenido contactos con CZF para conocer sus planes, a la espera de disponer de una superficie adecuada. En el consorcio reconocen que "hay interés real", pero que hasta que no se podrá concretar hasta que haya oferta pública de los terrenos. No obstante, el trámite podría adelantarse y legalmente es posible reservar parcelas antes de la urbanización. Con todo, Zona Franca señala que también podrían implantarse firmas industriales de tecnología, y puso como ejemplo Delta Vigo, de aeronáutica, que finalmente abrió en Porto do Molle.
En total, será unos 115.000 metros útiles. Es probable que sea el último parque dentro del municipio -además de la ampliación de Balaídos que también hará CZF- ante las dificultades para iniciar el desarrollo del Polígono de Matamá, atascado en problemas legales y con el Plan General como freno.
En todo caso, los plazos apuntan a que en 2019 Vigo ya tendrá un nuevo polígono con capacidad para crear empleo de calidad repitiendo el modelo anterior con la puesta en marcha del Parque Tecnológico y Logístico de Vigo (PTL). En 2004 se inauguró, poniendo punto final a una larga tramitación que permitió disponer de suelo preparado para empresas de alta tecnología, y cerca de PSA para las firmas de la automoción, y dotar al municipio de un área logística bien comunicado con el centro urbano, una reclamación histórica que así se venía a saldar. Ambas metas se lograron con enormes dificultades urbanísticas tras una inversión de 54 millones de euros y once años de obras, superando todas las dificultades inimaginables. Finalmente, se inauguró siendo delegado de CZF por segunda vez Francisco López Peña, quien había sido el impulsor inicial del proyecto. Su éxito fue incluso superior a todo lo esperado: las peticiones de espacio para instalarse en el Tecnológico y Logístico superaron en tres veces al terreno existente y disponible.
La apertura permitió resolver al menos en parte una carencia de Vigo en suelo empresarial, en concreto el vinculado con el sector de la automoción. En la actualidad hay instaladas 120 empresas en algo menos de 900.000 metros cuadrados, de los cuales son útiles menos de la mitad, quedando el resto para viales, zonas comunes y otros servicios.
Destacan además de las empresas del sector del automóvil el complejo Texvigo que reúne firmas del textil en un edificio singular dotado de servicios.
