vigo

Marino Giménez niega la venta de drogas: ‘Soy feriante’

Los siete acusados, ayer, en la primera sesión del juicio celebrado en la sección quinta de la Audiencia.
photo_camera Los siete acusados, ayer, en la primera sesión del juicio celebrado en la sección quinta de la Audiencia.

El miembro de los Morones, acusado de liderar una banda,  dice vivir en la propiedad de un amigo

Los siete acusados de formar parte de un grupo criminal de venta de drogas liderado presuntamente por Marino Giménez, miembro del clan de los Morones e hijo del ‘rey de los gitanos’ negaron ayer los hechos durante la primera sesión del juicio que se celebra en la sección quinta de la Audiencia. El fiscal pide penas de entre cuatro años y medio y 12 años de cárcel para los procesados, entre ellos un agentes de la Guardia Civil de Mos, a quien se le atribuye el haber colaborado para intentar robar medio kilo de cocaína a unos supuestos narcotraficantes del Salnés durante un traslado en enero de 2014.
El primero en declarar fue Marino Giménez, quien optó únicamente por contestar a las preguntas de su abogado, algo que hizo la mayoría a excepción del agente y de uno de los  vecinos del Salnés.
El miembro del clan gitano negó dedicarse al tráfico de estupefacientes asegurando que trabajaba en “la feria ambulante y la compra-venta de vehículos”. Respecto a las propiedades y bienes que se le atribuyen, Giménez afirmó que la vivienda en la que reside es propiedad de un amigo. “Yo vivo allí y de vez en cuando le ayudo a pagar la hipoteca”. En dicha vivienda, la Policía encontró una pistola. A este respecto, declaró que “en la casa hay una habitación  en la que no entro porque mi amigo tiene pertenencias de su familia, traté de decírselo a los agentes pero no me escucharon. Ahí se encontró el arma, porque pertenecía al padre fallecido que era Guardia Civil o coronel”.
Aunque durante su primera declaración no había aludido a esta persona, ayer, ante la sala, reconoció que “no quería meter en problemas a nadie por eso dije que el coche también era mío aunque era de esta misma persona que me lo había dejado ya que el mío estaba en el taller por un golpe”.
Respecto a las cantidades menores de droga encontradas en su casa durante el registro, aseguró que era para su propio consumo, “tomo cocaína y con anterioridad lo había hecho de heroína y hachís”.
Asimismo, Marino Giménez actualmente investigado en la trama de presuntas extorsiones en los mercadillos pero sin antecedentes penales, afirmó que “no me reconozco en la voz en las conversaciones telefónicas intervenidas”.

“Para lograr algo como Guardia Civil tengo que rayar la ilegalidad” 

 El agente del puesto de Mos, que se enfrenta a nueve años y medio de prisión por un delito contra la salud pública cometido por funcionario público y otro más de integración de grupo criminal, admitió ayer mantener una relación de amistad con Marino Giménez, al que describió como “muy buena persona, pero un poco fantasma”.
Durante un interrogatorio tenso con el fiscal, Enrique P. aseguró que hablaba con él por teléfono, “en aquella época más porque tenía intención de poner un mercadillo en Mos y me preguntó  qué tenía que hacer”. Pero además, aseguró que  a veces quedaban para tomar algo y que recibía llamadas de madrugada. Respecto a las grabaciones telefónicas en las que se habla del supuesto plan para interceptar a un vehículo el día de las detenciones, afirmó que “Marino me dio un chivatazo sobre un tema de drogas, como había hecho otras veces”. Dijo que no lo comentó con su superior pero sí con cuatro de sus compañeros, “les comenté como el capitán es una persona muy seria que daríamos un hachazo de droga y así nos dejará en paz un tiempo”. Añadió que “si yo trabajo y hay un teniente se lleva él los méritos” y declaró que “como guardia civil para conseguir algo tengo que rayar la ilegalidad”.
Aún así insistió en que “no hice nada que no tuviera que hacer” y que “no tengo nada que esconder”. El agente fue detenido después de que identificara al vehículo donde se halló la droga junto a una gasolinera de la carretera de Redondela. “Yo vi a la Policía, me podía haber marchado, pero no lo hice porque no tengo nada que ocultar. Mi compañero sabía que íbamos a hacer algo pero no le tenía que dar explicaciones de quién me lo había contado”, afirmó.
Asimismo, aseguró que cuando llegó la Policía “me dijeron estás detenido por orden de la jueza Marisol”.

Te puede interesar