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Maltratador a los 15 años

La sentencia señala que el joven “limitaba” la libertad de la víctima a la que controlaba por el móvil.
photo_camera La sentencia señala que el joven “limitaba” la libertad de la víctima a la que controlaba por el móvil.

La Audiencia confirma la condena a un adolescente que, por celos, controlaba la forma de vestir de su novia, le prohibía quedar con las amigas y vigilaba por whatsapp, llegando a propinarle varias bofetadas

La violencia de género no es exclusiva de adultos. En 2017, la estadística nacional sobre el maltrato del INE reflejaba máximos históricos respecto al número de víctimas menores de 18 años, con un incremento de denuncias de casi el 15% respecto al año anterior. En Vigo, donde  alrededor de un millar de mujeres  denuncian anualmente haber sufrido episodios de maltratos, también hay casos a edad temprana.
La sección quinta de la Audiencia en Vigo ha confirmado recientemente la sentencia del juzgado de Menores  de Pontevedra que condenaba a un adolescente a nueve meses de internamiento en un centro en régimen semiabierto y otros nueve de alejamiento de otra menor, con la que mantuvo su relación. Según los hechos probados, el chico, de 17 años, mantuvo una relación con la víctima desde los 15. En el último año de noviazgo, se volvió celoso y posesivo, lo que generaba frecuentes discusiones en las que él llegó a propinarle varias bofetadas. Además, controlaba la forma de vestir de la menor, a la que rompió en una ocasión un mono que estrenaba y vigilaba sus movimientos bien prohibiéndole quedar con las amigas, bien llamándole de forma reiterada un mismo día o enviándole numerosos whatsapp si no la localizaba, “limitando de esta forma su libertad”.
En julio del año pasado, con la intención de que la víctima no pudiera salir de casa, envió a un amigo con un perro pitbull al portal de su edificio. También llegó a presentarse en su casa llamando de manera insistente al timbre de la puerta para que le abriera, hasta que lo quemó.
El adolescente acudía a esperar a  su pareja a las proximidades de su domicilio, intentando en una ocasión impedir que cogiera el autobús para ir al instituto al agarrarla del brazo. Ese mismo día cuando ella ya estaba en el centro recibió una llamada de él hablándole de forma despectiva.
Desde noviembre del año pasado, el joven se encuentra cumpliendo la condena en un centro de menores.
La familia de la víctima apeló a la Audiencia para solicitar una medida más restrictiva de internamiento en régimen cerrado, recurso que fue rechazado por la sección quinta.n

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