nnn Hace casi catorce años que Iñaki Martínez Antelo llegó al Marco, y once que lo dirige. Encabeza un equipo que logró situar al museo vigués como referencia internacional del arte contemporáneo. Esta semana sorprendía con su anuncio de no continuar una vez concluya su contrato en noviembre de 2017. Ayer, relajado y reafirmándose en su decisión, concedió una entrevista a este medio para explicar a sus lectores los motivos que le animaron a dar el paso.
Parece una decisión muy meditada. ¿Desde cuándo se planteó esta posibilidad?
No hace mucho. Llevo muchos meses peleando para tener más fondos para el museo y uno de los motivos para irme es que no los logré. Solicité varias reuniones con la Diputación y no obtuve respuesta. Así no se puede seguir. Solo me preguntaba por qué no lo di el paso antes. Y la razón está aquí. Me mantuve por las condiciones de trabajo que hay en el Marco, muy próximas a una situación ideal. El equipo está formado por un grupo pequeño pero muy profesional, con muy buena relación entre todos. El edificio está muy bien situado y cuenta con el componente de ser una recuperación arquitectónica. Además, el hecho de que no dependa de una institución, ya que está configurado desde sus inicios como una fundación, le da cierta independencia y permite agilizar las pequeñas decisiones como compras o dietas.
Con su marcha, ¿cómo queda el Marco?
Dejo la programación cerrada para 2017, pero no voy a preparar nada para 2018, porque no quiero que el que venga tenga que asumir mis decisiones. Confío en el Padroado, en que convoque un concurso para elegir al próximo director y que asegure una continuidad del proyecto. Igual llega alguien que sea capaz de incorporar patrocinio privado o aumentar las aportaciones públicas, pero hoy por hoy contamos con tres veces menos presupuesto. Todas las instituciones implicadas o desaparecieron o bajaron su cuota.
¿Qué le queda por hacer en el Marco hasta la conclusión del contrato?
Quedan dos inauguraciones en enero y otras dos en abril, entre ellas una retrospectiva de Ánxel Huete, comisariada por Ágar Ledo, y un nuevo proyecto para el Anexo. La finalización de mi contrato coincide con la celebración del 15 aniversario del Marco y la esperada exposición del pergamino Vindel. Será todo un acontecimiento, fruto de años de trabajo de la Universidad. Una buena forma de despedirse.n
