La parroquia debe su nombre a una persona que vivió en la villa
500 nombres retratan el paisaje histórico de Beade, una parroquia viguesa que debe su nombre a una persona, algo muy habitual en Galicia. Viene de la forma Beati, genitivo del nombre personal Beatus (Beato feliz) y hace referencia a la villa de un individuo llamado así. Esto explica el tercer libro de la Colección Toponimia del Val do Fragoso, dedicado esta vez a la parroquia de Beade, y que se acaba de presentar. Los autores son Gonzalo Navaza y Lorena Carrasco, que contaron con el apoyo de las áreas de Normalización Lingüística tanto del Concello como de la Universidad de Vigo. En Beade hay restos arqueológicos que muestran que hubo asentamientos de población desde el tercer milenio antes de Cristo o incluso en el Paleolítico y algunos topónimos que sobreviven son de origen prehistórico o prerromano como Babio (es uno de los núcleos principales de la parroquia y el único con este nombre en Galicia), que fue inicialmente nombre de ríos y de hecho de los diez molinos harineros que se conservan en la parroquia cuatro de ellos reciben este mismo nombre.
Los autores agruparon los topónimos en nueve clases: orografía, aguas, vegetación, fauna, santos y cultos religiosos, agricultura y profesiones tradicionales, nombres personales, vías de comunicación y los que no cuadran en ninguna clasificación. n
