VIGO

Los ladrones de casas se ceban con los vecinos de A Salgueira

Pilar Ucha señala el garaje donde vio cómo se escondían unos individuos tras robar.
photo_camera Pilar Ucha señala el garaje donde vio cómo se escondían unos individuos tras robar.

Residentes del Camiño do Riobóo piden vigilancia al haber robos a diario desde hace meses

 “Todas las mañanas entran a robar en alguna casa de la zona desde hace tiempo, yo calculo que en el último mes al menos se han producido una decena de casos”. Teresa es una de las vecinas del Camiño de Riobóo, en A Salgueira, que solicita mayor vigilancia policial. Asegura que ella misma fue objeto de un asalto hace unos días, “un hombre entró en mi huerta y conseguimos retenerle”. Más grave fue lo que le ocurrió a su vecina, “entraron de noche en su casa y fueron hasta la mesilla de noche, le quitaron joyas y de todo, creemos que pudieron dormirla”.
El relato no es ajeno para otros residentes en dicha calle, paralela a la Gran Vía. Hace unos dos meses, Samuel Barral y sus padres se fueron a comer fuera. Cuando regresaron, habían entrado en su vivienda. “Se llevaron dos tablets, un ordenador y joyas”, explica el joven quien relata que “para entrar, echaron un spray a mi perro, un pitbull, al que tuve que llevar de urgencia al veterinario”.
En su caso, el presunto autor se entregó a la Policía. “Según consta en la denuncia es un menor”, asegura Samuel quien coincide en que “apenas se ve un coche de Policía por aquí, estando tan cerca de la Gran Vía”.
A su vecino de al lado, también le robaron unos meses antes. “Se llevaron las llaves de un coche, un mando de la televisión, un taladro... La verdad objetos extraños. Llamamos a la Policía pero no se aclaró mucho”, relata Samuel Pérez. La inseguridad del entorno, según dice, es notable. “Mi novia  se encontró por la noche cuando llegaba a un tío de negro escondido  y tuvimos que avisar a la Policía y a las casas de alrededor también entraron a robar”.
Varias de las viviendas de la calle están habitadas por personas mayores. “Saben que muchos somos jubilados, nos conocen porque son de la zona y esperan a que salgamos a la compra para actuar”, explica Teresa.
La semana pasada, los vecinos recuerdan un episodio que hizo regresar a la Policía. Según cuentan una adolescente que volvía a casa por la mañana de comprar el pan fue seguida por un individuo hasta el mismo portal. “Menos mal que salió su padre y después todos los vecinos, que si no... Menudo susto”, relata Samuel.
Pilar Ucha también recuerda cómo “una vez unos se escondieron en el garaje y escaparon por unas huertas”. Ella, viuda, vive con sus hijos en en la misma calle. El temor ante lo que está ocurriendo le ha obligado a colocar una valla en su huerta. “Ya no es lo que se puedan llevar, es el susto y el temor a que te puedan hacer algo, porque no sabemos cómo pueden reaccionar, aquí somos todos familia de una forma u otra y nos ayudamos, pero necesitamos que la Policía vigile esta zona, porque llevamos varios meses en una situación difícil”.
Todos coinciden en solicitar más apoyo policial.n

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