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Un ladrón oportunista o con un plan fallido

 Las dos hipótesis que baraja la Policía es que el presunto ladrón era o bien un oportunista que vio la ocasión y quiso aprovecharla o bien alguien que vigilaba los movimientos del furgón y planeó el golpe. 


Para los investigadores, la primera opción resulta más improbable por arriesgada  mientras que para la segunda no descartan que hubiera un cómplice que pudiera estar esperando al ladrón en la zona con un vehículo. De hecho, el robo se frustró por la casualidad de que la dotación policial estaba apenas a unas calles de la entidad financiera.

Aunque saltó la alarma, la  capacidad de respuesta nunca hubiera sido tan inmediata de no estar el vehículo policial justo en la zona.


Los vigilantes de seguridad tendrán que declarar ante la Policía y explicar si llegaron a dejar las sacas en el suelo o qué es lo que ocurrió. La propia compañía abrirá una investigación al respecto por si hubo algún fallo o tipo de negligencia.
La Policía Científica estuvo recogiendo pruebas en la zona así como las grabaciones de la cámara de seguridad de la propia entidad bancaria para poder observar cómo fueron los hechos.
 

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