ATAQUE INCENDIARIO

La noche de la desinformación

Armados de cubos y pañuelos, en la noche del domingo al lunes, rumbo al Castro.
photo_camera Armados de cubos y pañuelos, en la noche del domingo al lunes, rumbo al Castro.

Vigo ardía de lado a lado el domingo pero sobre todo en las redes, más aún que en la realidad

nnnEl domingo, las redes y los whatsapp aceleraron el paso con mayor rapidez que las llamas con una sucesión de hechos, rumores y bulos que se propagaron como acelerantes de la tensión existente. El alcalde vigués incluso se refirió a ello a las once y media, lamentando la confusión creada. Lo más llamativo fue un mensaje de voz donde una mujer anónima anunciaba que a partir de las 12 de la noche se cortaría el agua y la luz y advertía de coger velas y llenar bañeras. No era cierto, sería exactamente lo contrario, aunque en algunos lugares se fue el flujo eléctrico a causa de los incendios. A continuación se propagó que el agua dejaba de ser potable y que se pedía a la población que no la consumiera del grifo. Tampoco era cierto.
Otro rumor que también tuvo éxito era  una pareja de jóvenes enmascarados en una moto que habrían sido vistos con gasolina, autores de varios incendios y detenidos por la Policía. Había incluso fotos, pero no tenían nada que ver con la realidad. A día de hoy habría unos 150 identificados por la Policía, pero no consta que haya ningún detenido aunque la tesis policial es que hubo una coordinación. La única detención fue la de un brigadista, pero en Lugo y por un hecho de hace una semana.
En plena ola, había fuegos por todas partes, incluyendo algunos lugares asombrosos como la Gran Vía o Plaza de España, pequeños incendios que fueron apagados con cierta rapidez. Pero también se aseguraba por las redes que A Guía y el Alba eran pasto de las llamas. El parque del Castro también recibió una visita de miles de personas -al menos un millar- armados con cubos, convencidos de que ardía, como también Castrelos, que según las redes, se consumía.
Pero quizá el que mayor éxito tuvo fue el bulo repetido mil veces de que el Campus Universitario estaba asediado y en concreto la Facultad de Químicas y la Escuela de Ingeniería Industrial habían sido alcanzadas de pleno. En realidad, la Residencia de universitarios fue desalojada por el humo y la cercanía del fuego, que no alcanzó al Cuvi aunque sí a su entorno.
Tampoco los hospitales corrieron peligro. Pero el Cunqueiro se vio obligado a remitir un aviso oficial a las diez de la noche afirmando que no había ninguna previsión de desalojo del complejo ante las cientos de llamadas de familiares, alertadas por otros tantos Whatsapp que deban por seguro la evacuación del centro. Otra mentira más que elevó hasta el terror el miedo que ya sentían miles de personas. n

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