Diez días después de la desaparición de los marineros Borja Alonso y Filipe Manuel de Brito cerca de Cíes las esperanzas se desvanecen y son cada vez más escasas. Marineros de la ría de Vigo y la de Pontevedra volvieron a salir ayer para encontrar algo que los condujera a sus cuerpos pero volvieron otro día más sin nada.
El padre de Borja, el expatrón mayor de Vigo Julio Alonso, explicó que hoy lunes volverán a hacer un rastreo por tierra en Monteferro y Cabo Estai para ver si aparece algún indicio pero no saldrán al mar porque la situación es peligrosa con la alerta naranja. "A partir del martes hay que tomar una decisión y dejarlo", aseguró Julio Alonso, que está muy afectado por la desaparición de su hijo, de 33 años y que acababa de ser padre por segunda vez. "Esto hay que cerrarlo, lo que pasó, pasó, fue un accidente", aseguró.
En este sentido explicó que "será mi nuera la que tome la decisión, lo hablaré con ella, pero ahora hay que arreglar lo que hay que arreglar", concluyó Julio Alonso.
Los dos marineros desaparecieron el viernes por la tarde cuando faenaban en el entorno de las Islas Cíes. Su planeadora, "Látigo", fue localizada junto al islote Boeiro, así como algunos restos de la misma y pertenencias de los dos hombres, pero el mal tiempo ha dificultado las tareas de búsqueda durante todos estos días.
Ambos salieron el viernes a bordo de la embarcación de 4,3 metros de eslora, a pescar lubina y a media tarde se perdió el contacto con ellos. n
