Un subinspector de Policía y jefe de la sala del 091 de la Comisaría de Vigo se sentó ayer en el banquillo de los acusados para responder por un presunto delito de falsedad documental por el que el fiscal pidió un año de prisión.
La vista reveló, según los testimonios aportados, el ‘caos’ administrativo en la brigada de SEguridad Ciudadana por falta de personal cuando ocurrieron los hechos, en 2016. La acusación asegura que el procesado acudió a un juicio en calidad de testigo en diciembre de ese año, donde recibió un justificante y que pese a tal asistencia y que se le había eximido del servicio de noche anterior, no presentó hasta febrero y manipulado. El acusado negó haber falsificado el justificante, aseguró que lo dejó el viernes por la tarde en una bandeja a la que tienen acceso un centenar de policías de su brigada. El jefe de la brigada declaró que el subinspector es un buen profesional, que la manipulación fue burda y que esa sección era un caos administrativon
