Tras dos suspensiones, una por la huelga de funcionarios y otra por la ausencia del forense, hoy el juzgado de lo Penal 1 de Vigo vuelve a señalar la vista contra un joven conductor por un accidente mortal ocurrido en Gondomar en 2016.
El fiscal pide hasta cuatro años de prisión para el acusado por homicidio imprudente, ya que murió uno de los ocupantes, y le acusa de conducción temeraria al circular bebido y casi a 200 kilómetros por hora en un tramo limitado a 50.
El suceso tuvo lugar el 18 de septiembre en la PO-340 entre Tui y Ramallosa cuando el vehículo Mercedes perdió el control en una curva y colisionó contra un muro. En el accidente uno de los cuatro ocupantes salió despedido y falleció posteriormente en el hospital a consecuencia de la brutal colisión, que se produjo después de que el conductor diera un volantazo tras perder el control.
El joven conductor había ingerido alcohol y circulaba con otros tres amigos en el Mercedes de la empresa de su padre. Dos de los acompañantes sufrieron heridas de gravedad.
