ayer casi 21 grados

El invierno dejó el nivel de lluvia de 2017, el año de la sequía

La playa de Samil ayer, último día del invierno, a casi 20 grados.
photo_camera La playa de Samil ayer, último día del invierno, a casi 20 grados.

La estación seca y con temperaturas muy altas, con el 40% menos de precipitaciones

El invierno se marcha dejando como herencia para la primavera que hoy se estrena el fantasma de la sequía futura al registrarse apenas 270 litros, el 40 por ciento menos que el pasado año y prácticamente la misma cifra que en 2017, un año que finalizó con una sequía que a punto estuvo de obligar a reducir el suministro de agua con los embalses por debajo del 40 por ciento   y donde se planteó construir una conexión de urgencia desde el río Verdugo finalmente descartada, aunque se plantean ahora otras opciones, como el bombeo del Miño.
El invierno no sólo ha sido seco, sino también cálido como nunca antes desde que hay registros, y si la primavera se mantiene en el mismo tono, el verano podría resultar dramático desde el punto de vista del abastecimiento. Pasó en 2017 y de momento se repite en 2019.

En cuanto a las precipitaciones, la media de los últimos años ha estado en torno a 500 litros durante todo el invierno, frente a los 270 de 2019 y 2017, con el añadido de que enero y febrero han sido excepcionalmente secos y cálidos. Y casi lo mismo se puede decir de marzo, con apenas 87,5 litros. Claro que son el doble que en febrero, con sus 48 litros. En marzo la máxima se marcaba ayer, rozando los 20 grados, en tanto que en febrero se alcanzaron los 23,8, la máxima de la estación, del año hasta ahora y también del siglo para un febrero.  
En 2018, en Vigo se recogieorn en invierno casi 500 litros, cifra que se repitió en 2016 y que se disparó en 2014, con 700. Sólo en 2012 hubo menos precitipaciones en un mes de invierno, en febrero, con apenas cuatro litros.
El buen tiempo permanente no ha tenido repercusiones sobre la llegada de turismo en el puente de San José, según reconocía ayer el presidente de los hoteles vigueses, Jaime Pereira. En esta ocasión, la actividad se  ha mantenido sin novedad, en parte porque el festivo no era para toda España. Para Semana Santa, Pereira señala que ya ha reservas, pero no será hasta dentro de 15 o 20 días cuando se pueda conocer cómo irá la temporada, en función sobre todo de nuevo de las previsiones del tiempo.

En definitiva, Vigo siguió la tendencia de Galicia y registró una de las estaciones más cálidas y secas de los últimos años. Si a nivel general, en la comunidad se registró un 30% menos de lluvia de lo habitual en este periodo en la ciudad, el porcentaje se elevó hasta el 40%. En cuanto a las temperaturas, febrero fue doble récord: la media entre las más altas y las más bajas se colocó este 2019 en 12 grados y no hay estadísticas similares en Vigo. En cuanto a las máximas absolutas, idéntico resultado: Vigo rozó los 24 grados. Ourense fijó la más alta del mes con casi 27 grados. 

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