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Inmobiliarias aprecian un leve repunte del mercado de la vivienda

El mercado de operaciones para inversores es creciente, el de familias está estancado.
photo_camera El mercado de operaciones para inversores es creciente, el de familias está estancado.

Entre los nuevos compradores hay inversores que luego van a alquilar y aumentan las operaciones al contado

El ejercicio 2013 cerró en Vigo con el menor número de transacciones inmobiliarias que se recuerda, apenas 926 ventas en todo el año, según los datos del Ministerio de Fomento, un dato que parece se va a convertir en el suelo de este indicador. Así al menos se respira en el sector, que considera que las ventas han iniciado bien el trimestre. Todavía no hay datos desagregados, pero en España el Consejo General del Notariado ya ha lanzado una cifra: el número de compraventas de viviendas registró en febrero un crecimiento interanual del 39,8%.
“El primer trimestre ha sido bastante bueno a diferencia de otros años anteriores, aunque en abril ha estado un poco parado por las vísperas de Semana Santa”, asegura Josué Gándara, de Inmobiliaria Doval, que de hecho aprecia movimiento “ya desde el pasado verano”.
Esta crisis ha provocado muchos cambios en la economía y también en el sector inmobiliario, donde las empresas aprecian cambios tanto en vendedores como compradores. En el vendedor porque los precios han bajado considerablemente en estos seis años de recesión y los vendedores han tenido que adaptar sus expectativas, “aunque depende de las zonas, porque el centro de Vigo es un mercado que sufrió menos la crisis que la periferia y en el área metropolitana peor”, explica Gándara. En el caso del comprador porque ya se realizan muchas operaciones al contado.
“Se ven muchos inversores que buscan una mayor rentabilidad que los depósitos bancarios y compran para alquilar, con lo que consiguen rentabilidades anuales que rondan el 4%. Es que la vivienda sigue siendo un valor atractivo”, precisa el responsable de Inmobiliaria Doval. También está el perfil de compradores que tienen unos ahorros y buscan un piso para sus hijos en un precio alrededor de los 100.000 euros. “Lo que ha desaparecido es el mercado de las familias, que no se mueven a un piso más grande como antes, se lo piensan mucho porque los ingresos de la unidad familiar han bajado”, explica.
En Vigo se vendieron en 2013 apenas 926 viviendas, lo que supone un 70% menos que en 2007, justo el año antes de estallar la crisis, pero es que en 2012 las transacciones habían alcanzado la cifra de 1.399, según los datos oficiales del Ministerio de Fomento.
También los precios medios se han resentido de forma considerable en la ciudad. El precio de la vivienda libre en Vigo se sitúo en el último trimestre de 2013 en 1.414 euros por metro cuadrado, lo que supone una caída del 13% con respecto al mismo periodo del año anterior cuando superaba los 1.626 euros y más del 40% desde 2008, año en que estalló la burbuja, ejercicio en el que alcanzó los 2.380 euros por metros cuadrado. Los datos del Ministerio de Fomento revelan que es la única ciudad de las grandes urbes gallegas donde se registró una bajada tan acusada mientras que Coruña y Santiago tienen los precios más elevados (1.640 y 1.550 euros) y más caros que hace un año, un 3 y un 6% más respectivamente. n

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