balonmano

Un ingeniero diseña el futuro culé

Roi Sánchez, durante un tiempo muerto con el filial del Barcelona, líder de Plata.
photo_camera Roi Sánchez, durante un tiempo muerto con el filial del Barcelona, líder de Plata.

El vigués Roi Sánchez tiene al filial del Barcelona, cantera española y europea, como líder en la División de Plata

Tiene entre sus manos a lo más granado de la cantera balonmano español y, en parte, europeo. La maneja con la seriedad que merece, con la obsesión del perfeccionista movido por la pasión, con el cerebro del ingeniero que aplica la abstracción con enormes dosis de realismo sobre la pista. Roi Sánchez (Vigo,) lleva dos temporadas al frente del filial de un coloso como el Barcelona. Tras un primer curso de asentamiento con un proyecto nuevo, en éste ha reinventado el equipo y lo tiene en lo más alto de la División de Honor Plata. Mientras, coordina el programa Talents de tecnificación con lo mejor de la mejor cantera y forma parte del cuerpo técnico de Xavier Pascual ‘Pasqui’, su mentor, en el primer equipo haciéndose cargo de los porteros.
Este vigués de apenas 34 años, tras ser segundo de Quique Domínguez en el Octavio, se fue a Alemania hace cuatro pensando más en su carrera como ingeniero que como entrenador. El Hannover le abrió las puertas a su talento y empezó compaginando labores en su cantera con su carrera laboral. Pero fue asumiendo funciones hasta convertirse en segundo del primer equipo alemán en la Bundesliga. Entonces, Pasqui, quien hace tres lustros lo "lió" para empezar a entrenar, se lo trajo al Barcelona en el verano de 2017. Y allí sigue, formando y formándose: "Hay tres vías como entrenador que son fundamentales para ver si tienes pasión por eso: una es que te guste el deporte del balonmano, otra que te guste enseñarlo y otra que te guste aprender cada día. Las tres me llenaban y por eso me decidí".
Con 19 años, Pasqui hizo que Roi y su amigo Luis Santos, también integrante del cuerpo técnico del Barça, probasen a entrenar en un campus. "Ahí empezamos y hasta ahora", rememora. Por el medio, y mientras dejaba el balonmano como jugador a los 24 años en el Sárdoma, sacar los cuatro niveles del curso de entrenador –monitor, territorial, nacional y máster coach– coincidiendo con lo más granado de los entrenadores locales, gallegos y españoles. Y la impagable experiencia en el Hannover: "Fue lo que me cambió la perspectiva de decir: igual me puedo dedicar a esto. Vivir la Bundesliga de cerca es algo que echo de menos incluso estando aquí. Estar en el Barça es lo mejor que te puede pasar pero la Liga española no si la comparas con otras".
Desde ese punto de inflexión, Roi encomienda su vida al balonmano. "Sin duda, mi profesión es la de entrenador de balonmano y mientras alguien confíe en mí y pueda seguir dedicándome a esto de forma digna lo voy a seguir haciendo", refrenda. Encantado con su presente culé, aparca de momento el futuro, pero lo tiene en el horizonte. "Sí que me gustaría llevar un primer equipo. Pero ahora mismo, con 34 años, estoy viviendo un sueño. Estar en el Barça, trabajar con el primer equipo, llevar el filial con estos jugadores… No me imagino algo mejor", señala con la contundencia de quien se cree lo que dice. Y añade, cincelando las palabras en el aire: "Evidentemente, un día te puedes plantear volver a Alemania y entrenar en Liga 1 como otro sueño lejano pero no pierdo ni un minuto pensando dónde me veo de aquí a cinco u ocho años".

Su mayor ilusión
En esa plenitud profesional incide que "no hay un filial como éste en el mundo. En Alemania y Francia, por ejemplo, no pueden jugar en Liga 2. Es una responsabilidad tener esta cantidad y calidad de jugadores no sólo españoles sino europeos". Por eso, su mayor ilusión no es ser líder hoy por hoy de la División de Honor Plata, sino que sus jugadores debuten con el primer equipo. Como ya ha sucedido con, por ejemplo, el vigués Álex Pascual.n

Te puede interesar