Los sindicatos lanzan una oferta y no descartan un paro indefinido
nnn Los trabajadores de la sanidad privada de la provincia de Pontevedra han decidido rechazar la propuesta planteada ayer por la parte empresarial en la negociación del convenio, al entender que refleja una "inapreciable mejora salarial", que no garantiza el poder adquisitivo.
Los sindicatos CIG, CCOO y UGT siguen reclamando subidas salariales del dos por ciento en 2018 y 2019 para garantizar su poder adquisitivo, que se revisaría si el IPC supera esta cifra. La patronal ofrece una subida del 1,5%. A mayores, proponen aceptar el 0,50% de incremento en 2016 que se sumaría al 1,25% de 2017 con la correspondiente paga de atrasos del 0,50 más el 1,25%. En su contraoferta también piden una reducción de la jornada anual de tres días (21 horas), además de ampliar el plus de toxicidad a más trabajadores, o permisos para que los padres y madres puedan llevar a sus hijos al médico.
A pesar de esto, como "prueba de buena voluntad", decidieron aplazar la jornada de huelga prevista para el 21 de marzo, aunque se mantienen los paros de los días 26 y 27.
Precisamente, el 26 de marzo está prevista una manifestación y, "si las negociaciones no fructifican", se convocará huelga indefinida a partir de abril.
El conflicto afecta a unos 4.000 trabajadores de la sanidad privada de la provincia que trabajan en centros sin convenio propio. n
