Lorenzo recibe el programa de xantar na casa pero también es usuario de teleasistencia y de la axuda no fogar
nnnLorenzo tiene 77 años –cumplirá en octubre los 78–, vive solo desde hace años y recibe el apoyo de los servicios sociales a través de los programas de teleasistencia, Xantar na casa y Axuda no fogar. Solicitó hace tiempo a la Xunta la ayuda de dependencia pero lamenta que “para recibirla parece que hay que estar sin cabeza y me cansé de dar vueltas”.
Nació en Ávila pero desde hace décadas reside en Vigo por lo que se considera “un vigués de pura cepa, aunque no puedo decir que soy gallego”. Separado y con su familia más próxima lejos, una hija reside en Madrid y el otro hijo en México por motivos laborales, Lorenzo se siente cómodo con los mecanismos que hay a su disposición para mejorar su calidad de vida. Así, una chica acude todos los días para realizar las tareas del hogar como prestación del Axuda no Fogar y desde hace cuatro años también lleva al cuello el botón de la teleasistencia, que le ha salvado de más de un disgusto. “Una vez me caí en la ducha y llamé. Vinieron enseguida a llevarme en ambulancia al médico”, recuerda. Esta misma semana, confiesa, pulsó sin querer el dispositivo y enseguida le llamaron. “No falla nunca, y también me llaman a menudo para comprobar que funciona”, afirma.
También desde hace cuatro años recibe el servicio de Xantar na casa, por el que abona 1,87 euros diarios a razón de 52,36 o 65,45 euros en función de si el mes tiene cuatro o cinco semanas. Hasta entonces cocinaba aunque, como reconoce, de forma bastante limitada y se confiesa amante de las carnes y no tanto del pescado, que se incluye dentro del menú del programa con una dieta equilibrada y saludable. “No me gusta mucho el pescado, prefiero el pollo y cosas así”, reconoce. De todos modos, asegura, de vez en cuando cocina para la cena en función de lo que haya comido ese día pero le cuesta mucho trabajo porque tiene artrosis y se le hinchan las manos. “Te sabe distinto si cocinas tú pero no lo hago siempre”, afirma. “Vienen todos los martes con las bandejas para todos los días de la semana y está bastante bien, dentro de lo que cabe”, relata para añadir que los trabajadores del servicio “son muy amables”.
Las bandejas las guarda en la nevera y en función del número que figura en la parte superior abre los envoltorios para cada día de la semana. La comida consiste en un primer plato “que es sopa o ensalada y ensaladilla en verano, que sienta muy bien”, un segundo y un postre. Del postre no tiene quejas, asegura, y remarca que en las fechas señaladas., como en Navidad, “siempre te traen algún detalle como langostinos o cosas así”.
“Con estos servicios no dependo de nadie y mis hijos están a su vida y yo a la mía”, dice.n
