JUICIO DE MARINO GIMÉNEZ

El guardia civil que patrullaba con el agente acusado por el robo a narcos relató la intervención

Policía Nacional y guardias civiles declararon ayer en la tercera sesión del juicio.
photo_camera Policía Nacional y guardias civiles declararon ayer en la tercera sesión del juicio.

El guardia civil que patrullaba con el agente acusado por el robo a narcos relató la intervención

nnn  El agente de la Guardia Civil que patrullaba con el ahora acusado de formar parte de un grupo criminal que habría supuestamente intentado robar medio kilo de cocaína declaró ayer como testigo en la tercera sesión del juicio que se sigue en la sección quinta de la Audiencia. Según afirmó, el día de la intervención en la carretera de Redondela, “mi compañero me dijo que tenía un chivatazo sobre un  vehículo con droga”, algo que le habría comunicado unas dos horas después de iniciar el turno de patrulla.
Este agente, que en su día llegó a estar también investigado, señaló no obstante que sabía quien era el confidente de Enrique P. aunque le escuchó hablar por teléfono. “Interceptamos al vehículo sospechoso y Enrique le pidió la documentación al conductor mientras yo llamaba a la central para comprobar los datos. Le pidió que abriera el maletero y enseguida llegó la Policía Nacional”. El testigo reconoció que no informaron al cuartel del operativo, “no se muy bien por qué,  no pedimos refuerzos, lo dimos por bueno teniendo cuidado”. 
Otro agente que en la época en la que ocurrieron los hechos (2014) estaba en el destacamento de Mos declaró que el acusado no le comentó nada del asunto y afirmó que “nunca le vi con medios económicos muy elevados ni ostentación alguna, ni sospecha o indicio alguno de pertenecer a una banda organizada”.
La declaración más extensa fue sin embargo la de la jefa de la UdyCo y responsable de la investigación y de los atestados, quien se sometió a un intenso interrogatorio por parte de la defensa de Marino Giménez.
Según dijo la investigación se inició unos tres o cuatro meses antes alrededor del clan de Los Molina y sus hijos pero también dijo, de los Morones por indicios de blanqueo de capitales y tráfico de drogas. Aseguró que fue un hecho puntual de un informante anónimo sobre una entrega de drogas la que hizo girar la investigación hacia Marino Giménez. La defensa insistió en que se trataba de familias diferentes y por tanto de investigaciones distintas lo que habría repercutido directamente en la infracción de la norma de reparto. La  testigo aseguró que  los investigados “no tenían una actividad lícita que justificara sus bienes”.n

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