Vigo

El grupo captaba a las jóvenes en su país de origen

Las cámaras de la estación de autobuses grabaron a la chica.
photo_camera Las cámaras de la estación de autobuses grabaron a la chica.

 Durante la investigación que llevó a cabo la Policía Nacional, los agentes pudieron averiguar que quienes retenían a la menor se trataba de una organización perfectamente estructurada, que contaba con captadores en los países de origen que localizaban víctimas entre los estratos más pobres de la población. Todas las funciones estaban divididas y repartidas de forma estructurad, y había unas personas que  actuaban como intermediarios y se encargaban de trasladar a las víctimas hasta los países de destino y de aleccionarlas sobre cómo tratar con la Policía en los controles fronterizos. Concretamente en este caso, explicaron a la joven que si era requerida por la Policía, debía decir que tenía 18 años para que la dejaran entrar en España.
Dentro de esta red de trata de personas también se encontraban los explotadores, que recibían a las víctimas y se encargaban de obligarlas a ejercer la prostitución en clubes de alterne o en la vía pública.
Estos últimos se convertían en verdaderos propietarios de las jóvenes, siendo los encargados de costear sus traslados, documentación y alojamiento y, también, los que cobrarían las deudas adquiridas por ellas, mediante su explotación sexual. Finalmente, las gestiones practicadas por los agentes de la Policía Nacional permitieron localizar y detener a uno de los principales responsables de esta organización, dueño de un club de alterne en un barrio de Madrid. n

Te puede interesar